Básquetbol

Vendió muy cara la derrota

Vendió muy cara la derrota

Estados Unidos se consagró Campeón Olímpico al vencer 118-107 a España, que estuvo en partido hasta el cierre del juego y que llegó a ponerse a dos tantos en el último cuarto. Por el bronce Argentina se impuso a Lituania 87-75, sin Ginóbili, y cumplió un ciclo quizá irrepetible.

En un verdadero partidazo Estados Unidos sudó muchísimo para ser el mejor de los Juegos Olímpicos y derrotar a España, 118-107, dentro de un trámite que se definió en los últimos minutos.

 

Faltando 8.19 para la culminación del juego la furia roja se colocó a solo dos tantos (91-89) pero la magia de Dwyane Wade (27 puntos) y el talento del mejor jugador del mundo, Kobe Bryant (20), abrieron nuevas diferencias que para cualquier otro equipo hubiesen sido definitivas.

 

España siguió luchando, el futuro jugador de Pórtland Trail Blazers, Rudy Fernández (22), se encendió y nuevamente su equipo se mantuvo a una diferencia que rondaba los 5 tantos.

 

Apareció Bryant con un triple con falta personal, que además de terminar con una jugada de cuatro puntos significó la salida de Fernández por quinta personal. El mismo jugador estadounidense fue el encargado de liquidar el juego cuando puso otra conversión a falta de dos minutos que dejó el score 113-105.

 

Lo del elenco dirigido por Aito fue igualmente extraordinario, con un talento excepcional de sus dirigidos dentro de los cuales se encuentra el goleador Olímpico, Paul Gasol (21 y 19.6 de promedio) y un exponente que para muchos ya es el mejor jugador del planeta exceptuando la NBA, Ricky Rubio, de apenas 17 años y que con este logro se erigió en el jugador más joven de la historia en conseguir una medalla olímpica en básquetbol.

 

Por el bronce, Argentina completó un gran campeonato al quedárselo luego de imponerse a Lituania 87-75.

 

No estuvo Emanuel Ginóbili lesionado pero aparecieron Carlos Delfino (20) y el goleador de su selección en Beijing, Luís Scola (16 y 18.9 de promedio), para abrir amplias diferencias que llegaron a ser de hasta 24 tantos (44-68).

 

De esta forma Argentina logró un hecho histórico, entrar entre los cuatro mejores equipos del mundo en los últimos cuatro grandes torneos. Fue segundo en Indianápolis 2002, primero en Atenas 2004, cuarto en Saitama (Japón) 2006 y tercero en Beijing 2008.