Entrevistas

Violencia y disturbios por "imprudencia de Prudente"

Los hechos de violencia vividos el pasado fin de semana sacudieron el ambiente del fútbol y a la sociedad en general. "Lo que hizo Prudente fue una imprudencia", dijo el profesor Ricardo Piñeyrúa. No obstante, aclaró que el juez estaba amparado por el reglamento. "No hay una explicación para esto", comentó sobre los posibles motivos para que se desencadenara una reacción tan desmesurada.

(Emitido a las 7:48)

EMILIANO COTELO:

"Tolerancia cero en el Parque Central, el equipo del club Nacional salió a la cancha con retraso y el árbitro suspendió el encuentro.

El Parque Central, habitualmente un lugar amable, se convirtió en una caldera. Una parte de la parcialidad tricolor se sintió perjudicada por la tolerancia cero del árbitro Líber Prudente y canalizó su furia hacia el juez y los periodistas".

Este es el enfoque en la portada del diario El Observador pero el título está en todas las portadas de los diarios esta mañana. Por ejemplo, La República lo encara con una pregunta un juego de palabras además: "¿Imprudencia del juez Prudente?".

En Últimas Noticias: "Decisión del árbitro desató bronca tricolor"; en el matutino La Diaria: "Fue la hora de Prudente, Danubio quedó al frente del Apertura tras una segunda fecha con protagonismo referil".

En el caso del diario El País, se hace de este hecho el título y el asunto principal, pero con un encare más abarcativo: "Fin de semana violento en el fútbol: pedreas y siete heridos. Piedras contra dos periodistas ómnibus y móvil policial al no jugarse ayer el partido de Nacional y Villa Española".

***

El diálogo es con el profesor Ricardo Piñeyrúa. La primera pregunta, la básica en todo esto: ¿por qué tanta rigidez del árbitro ayer?, ¿por qué esa decisión tan firme de hacer cumplir los horarios?

RICARDO PIÑEYRÚA:

En primer lugar, digamos que Prudente se caracteriza por ser un árbitro muy reglamentarista, muy estricto. Es decir, hay una serie de eventos en los últimos partidos o en los últimos tiempos en los cuales ha sido protagonista por su rigidez en cuanto a la aplicación del reglamento.

Segundo, que lo que hizo el día de ayer en realidad está amparado por el reglamento y por las nuevas indicaciones del Colegio de Árbitros.

EC – Hubo una reunión hace pocos días, ¿los árbitros fueron notificados por el Colegio que tenían que hacer cumplir los horarios de comienzo y de segundo tiempo de cada uno de los encuentros?

RP – Sí. En la temporada pasada –en la primera parte de este año, en el torneo Clausura– el Colegio le informó a los árbitros que tenían que comenzar a exigir a los equipos que ingresaran en hora, pero tenían que hacer un proceso –que definieron como de educación– de ir acostumbrándolos a que se va a cumplir el horario y que los partidos tienen que empezar a la hora que está fijada.

A partir de este torneo se le indicó a los árbitros que no podía atrasarse el inicio del partido. Incluso los observadores de los árbitros que van a los partidos, tienen un sobre impreso en el que tienen que anotar la hora de ingreso de los jueces a la cancha, la hora de cada uno de los equipos y la hora de inicio del partido así como también del segundo tiempo. Aquellos árbitros que no cumplen con el horario previsto pueden ser sancionados u observados por el Colegio.

A su vez la semana pasada la Mesa Ejecutiva de Primera División, que es la que dirige y organiza el campeonato, le comunicó a los equipos que a partir de este torneo se iba a ser estricto en cuanto al cumplimiento de los horarios y que tenían que estar antes de que comenzara el partido.

EC – ¿Así que los equipos estaban advertidos?

RP – Sí, sí. Estaban advertidos e incluso ayer, como se hace habitualmente, los árbitros le dijeron a los delegados a qué hora tenían que estar adentro de la cancha. Ayer se comentó que Prudente les había dicho que "y 25 los equipos tenían que estar a más tardar adentro de la cancha", cosa que sí hizo Villa Española y también hicieron los árbitros que estuvieron un rato antes que Nacional.

EC – Sí y parece que el cuarto árbitro estuvo junto al vestuario de Nacional instando al equipo a salir a la cancha ¿no?

RP – El árbitro Falce estuvo cerca de dos minutos en la puerta del vestuario de Nacional. En la transmisión de ayer eso lo fue comentando uno de nuestros periodistas, pero además en la televisión se ve como abre la puerta y desde adentro del vestuario alguien le dice "ya va, ya va" y después se identifica claramente que es el dirigente Rodríguez Batlle.

Lo que hizo Prudente está totalmente amparado por el reglamento. Nacional incumplió esa indicación de estar en hora y el árbitro, como no estaban dentro de la cancha, se retiró. Y esto lo digo con un signo de interrogación: ¿dio por terminado el partido?, ¿suspendió el partido?, ¿no empezó el partido? Eso es lo que no se sabe. Por lo que nosotros estuvimos hablando ayer con el dirigente Elder Améndola –un escribano que además integró el Tribunal de Penas–, de lo que diga Prudente en el formulario dependerá mucho de lo que pase con este partido.

JOSÉ IRAZÁBAL:

Supongo que ese anuncio o advertencia por parte del Colegio que se hizo a los clubes, que se habló con los jueces, fue para todos los jueces.

RP – Obviamente fue para todos los jueces.

JI – Lo digo porque ¿a qué hora empezó el partido de Peñarol el sábado?

RP – Seguramente hay otros partidos en los que no se ha cumplido.

JI – Por eso pregunto, porque ahí puede generarse también el malestar. Yo por ejemplo, como hincha de Nacional, y a todos los que nos gusta el fútbol, sabemos que en Uruguay hay un reglamento que muy pocas veces se aplica a rajatabla. Ayer, que habían 5.000, 6.000 o 7.000 personas, tomar una decisión así era encender una mecha que iba a terminar mal. Yo creo que eso también debió estar pesando en la cabeza del juez cuando vio todo eso: "yo me voy, chau. Cumplo con el reglamento, son 15.30, el equipo no está, no me importa más nada y me voy porque el reglamento dice eso".

RP – En lo que tú estás planteando ya hay una interpretación de lo que pasó. Yo diría que lo que hizo Prudente fue una imprudencia. Creo que está bien que se empiece a exigir que los clubes ingresen en hora, pero tampoco estamos hablando de un atraso muy grande. Fue muy poco flexible y me parece que en determinadas cosas el árbitro tiene una responsabilidad más allá del propio partido. En este caso era evitar lo que después se vino, una situación muy violenta en la que hubo heridos.

EC – No necesariamente tenía que haber violencia –ese es otro tema– pero lo que está claro es que una decisión como la que tomó el juez ayer iba a provocar un enorme malestar, una gran bronca en toda la gente que había ido al estadio y que en definitiva no era la culpable del atraso en la salida a la cancha de Nacional.

RP – Exactamente, por eso digo que es un tema que, desde el punto de vista subjetivo, tiene muchas connotaciones. Yo simplemente opino que, desde el punto de vista objetivo, lo que hizo Prudente está dentro del reglamento. Es más, quien fue de parte del Colegio de Árbitros a ver el partido, y algún otro miembro con quien consultamos, han respaldado a Prudente diciendo que lo que hizo estuvo bien porque Nacional llegó tarde a la cancha.

A mí me parece que no debió hacerlo, incluso porque hay una situación que es muy interesante. Nacional está adentro de la manga haciendo la arenga que hacen habitualmente los jugadores antes de ingresar a la cancha. Eso también los demoró porque mientras ellos estaban allí, esperado a abrazarse para gritar "vamos Nacional" y "vamos a ganar" –y todas esas cosas que uno no sabe qué sentido tienen–, los jueces se iban por el costado.

EC – Sí ellos dicen que estaban acomodando a las mascotitas que eran muchas y tenían que entrar a la cancha...

RP – Una cosa insólita.

JI – Hay que recordar también –creo que fue el año pasado– un partido que arrancó casi diez minutos tarde y que ahí sí se jugaban paralelamente dos encuentros que definían el campeonato. Entonces uno se pregunta qué tan flexibles son los reglamentos y qué tan flexibles son los jueces, o sea, de qué juez te toque va a depender cómo cumpla el reglamento. Es bastante complicado.

RP – Sí, pero eso también está claro. El reglamento del fútbol dice que el único que maneja el cronómetro de un partido es el árbitro. Es el que dice cuándo empieza el partido, cuándo para, cuándo inicia el segundo tiempo y cuándo termina, y nadie puede influir en eso.

El árbitro de fútbol tiene una gran libertad para interpretar el reglamento. Cuando se dice "el uso excesivo de la fuerza en una jugada del partido", ¿quién interpreta eso? Un árbitro. Es decir fue uso excesivo o no...

EC – Mirándolo desde afuera, y compartiendo el criterio general de que si hay horarios tienen que cumplirse, tengo la impresión de que todos los mecanismos que se han previsto tienen problemas. Estaba bien que ahora se resolviera que los partidos tienen que empezar en hora, pero eso debió haber sido informado con claridad a las parcialidades, a los hinchas, a la gente que va a los estadios. Se les debió haber dicho "miren señoras y señores que si ustedes van a un estadio y uno de los dos equipos no está en la cancha a la hora que tiene que empezar el partido, el partido no se juega y ustedes van a tener que volverse para sus casas".

Se debió haber preparado no sólo a los clubes sino también a los hinchas, porque es una frustración muy grande tener que irse del estadio habiendo armado el programa de esa tarde –una tarde linda como la de ayer– yendo al Parque Central a ver Nacional-Villa Española. La gente no estaba avisada que podía pasar una cosa así, que te mandaran para tu casa.

JI – ¿A quién se le puede ocurrir además cuando está todo para arrancar el partido? Porque si los jugadores están en la manga en el momento en que el juez se está yendo hay un poquito de mala voluntad también, de decir "vamos a advertir a este club, a sancionarlo, se juega el partido y después se va a armar una pataleta o se va a armar una protesta grande". Dejar a la gente sentada allí, con los jugadores dentro de la cancha sin saber qué pasaba y el juez en el vestuario diciendo que no vuelve, es algo que realmente estaba complicado.

RP – A mí me parece que en ese sentido al fútbol uruguayo le falta todavía cierto grado de profesionalización. Si partimos de la base de que es un espectáculo público al cual la gente paga por entrar a verlo, no puede ser que se suspenda por este tipo de cosas. Uno puede entender por ejemplo que uno vaya al cine y la película no la den porque se rompió la máquina, pero a nadie se le ocurre que el portero le venga a decir "no, mire, sabe que como se va a hacer muy tarde hoy no vamos a dar la película", es absurdo.

EC – En todo caso la medida debería haber sido un descuento de puntos o una cosa por el estilo.

RP – En realidad lo que se debería hacer acá es la multa económica, que es lo que más duele. El equipo que no ingrese a la cancha como corresponde y en el tiempo que corresponde, cumpliendo con los reglamentos, tendrá una multa que le va a doler. Eso es lo que me parece que puede funcionar.

Porque además ahora ¿cuál va a ser la decisión con respecto a este partido?

EC – Allí también, visto desde afuera, ¿qué sentido tendría que este partido se jugara otro día? Después de una decisión tan dramática como la que se tomó y con las consecuencias que tuvo, decir "ah bueno, como entraron un minuto tarde el partido lo jugamos el jueves que viene", no suena algo razonable.

RP – Ayer fue un día de cataratas de mensajes en 13 a 0. Estaban los que mandaban el mensaje diciendo que Prudente es de Peñarol y contribuye con Nacional, y los que dijeron que Prudente lo hizo para que Nacional juegue este partido dentro de veinte días y ya estén habilitados Alexander Medina y "Matute" Morales, para que los jugadores nuevos que trajo Nacional puedan jugar. Ahí también se da una situación muy rara.

Por lo que nosotros pudimos averiguar ayer, la decisión que vayan a tomar los distintos tribunales va a depender mucho de lo que Prudente ponga en el formulario. Para ver si en realidad el partido se terminó porque Nacional no se presentó o si el partido simplemente no se inició y por lo tanto quedó como pendiente para que alguien decida si se juega o no. O sea, ahora viene otro debate, que es de acuerdo a lo que dice Prudente en lo que habitualmente en el fútbol se llama "el confidencial" (un documento que los cuatro árbitros tiene que llenar por separado y luego entregar a la Asociación Uruguaya de Fútbol). Se verá cómo dice y de qué manera dice ese documento lo que pasó en el partido y lo que el tribunal después tomará en cuenta para poder fallar.

Si falla que el partido se juegue, Villa Española va a decir "no, ¿por qué van a jugar el partido si nosotros estábamos en la cancha y el partido se suspendió porque Nacional entró tarde?" Entonces ya va a haber una contienda y por lo tanto va a salir del Tribunal de Penas y va a ir a otro, que es el Tribunal de Contiendas que es el que tendrá que resolver.

EC – ¿Y qué pasa con la gente que compró las entradas?

RP – Ahí hay otro tema. A la gente que compró las entradas se le anunció que se le devuelve el valor, pero pensemos que hay que ir nuevamente a la boletería del Parque Central el día que se decida que no se juega –capaz que dentro de 20 días– a devolver una entrada.

Me parece que la gravedad de la situación debe ser analizada. Cuando un árbitro toma una decisión de esas –eso es lo que yo le censuro a Prudente– tiene que valorar todas las consecuencias del acto y de la decisión que está tomando. Entonces a esta altura uno se debería plantear si está bien que un árbitro tenga además todas esas responsabilidades, y si no tendría que haber autoridades del espectáculo que fueran los que tomaran esas decisiones.

***

EC – Hagamos lo posible por redondear esta primera incursión en el asunto. Más allá de todo lo que hemos estado discutiendo, está la forma como reaccionó este grupo de inadaptados –porque nadie puede justificar los hechos que se dieron ayer en el Parque Central– ¿cómo se entiende todo esto?

RP – Ahí hay una serie de elementos que empezaron a jugar. Lo primero es que hubo como diez minutos en los que a la gente no se le informó lo que había pasado. Demoraron en decirles que se fueran a su casa porque el partido se había suspendido, la gente estaba esperando a ver qué sucedía. Los jugadores iban y venían, iban a la mitad de la cancha y saludaban y no sabían lo que había pasado, porque entre otras cosas el árbitro fue muy escueto en la información, no habló ni explicó claramente lo que había sucedido.

Eso ya fue generando un clima adverso porque la gente no entendía lo que pasaba y muchos, cuando se enteraron, fueron para la salida del Parque Central. Después se distribuyeron en las distintas salidas para esperar la salida del árbitro que era el objeto de la ira de los hinchas. Y después en la puerta del Parque Central se la terminaron agarrando con algunos periodistas que salían en ese momento, entre otros casos el de Mauro Más, de Sport 890 y de Alberto Kesman, el relator de radio Universal, a quien le tiraron una piedra en la cabeza y lo lastimaron.

Ahí hay un tema –esto es para un sociólogo– y es el de las reacciones que se dan cuando la gente pierde su individualidad, cuando se transforma en turba y hace cualquier cosa.

La salida de Prudente se demoró cerca de una hora. Hay quienes dicen que hubo inacción u omisión de la policía, que no actuó. A mí me parece que en ese momento había una fuerte custodia policial, que si hubiera intentado despejar o sacar a la gente de las puertas podía haber terminado mucho peor, ya que hubiera terminado en una batalla campal entre la gente y la policía. Finalmente a Prudente lo terminaron sacando por una puerta de la parte de atrás del Parque Central, salieron contramano y no hubo incidentes.

Pero no hay una explicación para esto, ni hay una explicación para lo que pasó el día anterior, donde también hubo cinco heridos cuando parte de la hinchada de Peñarol que no había ingresado al estadio trató de romper las puertas del Charrúa y meterse.

Esto es otro tema además, que seguramente va a ir al Tribunal de Penas y que puede costarle a Nacional puntos para el campeonato del año que viene; como le costó a Peñarol aquella agresión al "línea" en un partido contra Danubio en Jardines del Hipódromo.

Es muy complejo todo el tema de lo que se vivió en estas horas realmente. Por eso digo, cuando uno empieza a ver todas las cosas que pasan, se pregunta si un minuto valía la pena.