Omar Arellano (44) y Marco Fabián de la Mora (81) convirtieron los goles para las Chivas, mientras que el uruguayo Sebastián Abreu (90+2, de penal) anotó el tanto del honor para River.

El conjunto azteca que dirige Efraín Flores se llevó un triunfo crucial del Monumental, ya que avanzará a la próxima ronda incluso con una derrota por 1-0 en el desquite que se jugará el 6 de noviembre en el estadio Jalisco de Guadalajara.

Chivas justificó el triunfo a partir de la solidez que mostró en el fondo, sobre todo en el trabajo casi perfecto del arquero Víctor Hugo Hernández, y en la practicidad para explotar con máximo rigor los errores locales con certeros contraataques.

La derrota fue un duro y acaso inmerecido castigo para River, que ve además prolongar la crisis que se inició el domingo pasado con la derrota (1-0) en el superclásico frente al archirrival Boca Juniors, también en el Monumental y por el Apertura local, en el que ocupa el último puesto.

Desde el comienzo River ejerció el dominio, con mucha intensidad en el mediocampo, y sumando en el ataque por los laterales con las subidas de Villagra y Ferrari, pero de todos modos le costaba encontrar espacios ante un rival que lo esperó bien replegado.

Para colmo, River tampoco contó con el apoyo de su público, que incluso les dirigió varios cánticos hostiles a los jugadores, con lo que quedó claro que la situación crítica también llegó a las tribunas.

Incluso en ese marco desfavorable River creó varias situaciones para marcar, ya que Hernández desvió con lo justo ante una entrada solitaria de Augusto Fernández, luego le sacó dos remates a Buonanotte, y se esforzó para tapar a puro reflejo ante un cabezazo elevado de Cabral.

Chivas, con poco, igual conseguía encender las alarmas en la defensa local con un remate forzado de Arellano tras una corrida de Morales, pero igualmente River era superior, aunque no podía concretar entre la mala fortuna, las imprecisiones y la gran noche del portero Hernández.

Pero, casi al finalizar la primera etapa, Chivas terminó por enmudecer a todos con el gol de apertura, que llegó con un toque de Arellano tras el rebote que dio el arquero Ojeda al responder a un disparo de Solís.

No varió el desarrollo en la segunda parte, porque River salió a buscar la igualdad, aunque a medida que pasaban los minutos comenzó a desesperarse y a repetirse en centros para tratar de encontrar la cabeza de Abreu.

Hernández volvió a aparecer en toda su dimensión para salvar su valla ante un 'bombazo' de Abelairas, y luego para sacarle la pelota de la cabeza a Abreu cuando éste se aprestaba a convertir, y tapar con lo justo un disparo cruzado de Archubi.

Arellano, a pesar del cansancio, se mantenía inquieto como único punta visitante, y volvió a desequilibrar cerca del final, cuando aprovechó un pelotazo para escaparse por la izquierda y enviar un centro preciso que el ingresado De la Mora envió a la red.

A River sólo le quedó, a modo de magro consuelo, el penal que convirtió Abreu para descontar, aunque ahora deberá ganar como visitante al menos por dos goles para seguir en carrera.

Chivas prolongó su buena racha ante equipos argentinos, y estiró también su invicto en tierras gauchas, donde nunca perdió por encuentros de la Conmebol.