A los 22 minutos del segundo tiempo un centro sin pretenciones cayó en el área chica de Boca. Una jugada sin peligro. Pero insólitamente García no fue a buscar la pelota y ante su actitud pasiva, Leandro Lazzaro metió un frentazo y puso a Tigre 1 a 0. Increíble. Más insólito fue lo que hizo García después: se tomó la cara y comenzó a llorar.

El técnico Carlos Ischia hizo lo que tenía que hacer: lo cambio en ese preciso momento. García se retiró llorando tomándose el rostro pero sus lágrimas tomaron toda la pantalla del televisor. Las lágrimas seguían en la cara del devastado arquero que siguió lo que quedó del partido con la mirada en el piso, tomándose el rostro.

Este no es el primer error de García que termina en gol tipo blooper. Frente a Colón no pudo retener un centro y en el partido del sábado pasado ante San Lorenzo se le escapó la pelota por entre las piernas.