Según Garretano, pese a que se manejó en algunos medios que el contrato es por un año y en otros que se extiende hasta fines de junio, las partes decidieron estirarlo un mes más de lo normal ante la eventualidad de que la disputa de finales por el Campeonato Uruguayo lleve la actividad más allá de mitad de año.

La firma del futbolista puso fin a una serie de versiones encontradas con respecto a su incorporación a Peñarol: casi hasta último momento, altas fuentes aurinegras afirmaron que la contratación no se confirmaría hasta tanto no recibieran un informe remitido por la Gerencia Deportiva dando cuenta del estado físico del zaguero.

En cambio, desde el entorno del defensa –que desde un primer momento contó con la aprobación del técnico mirasol, Mario Saralegui- nunca se puso en duda la firma del contrato.