Según informa Últimas Noticias, durante la mañana del jueves, doce barrabravas de Nacional presenciaban tranquilamente el entrenamiento tricolor hasta que se cruzaron directamente con los jugadores. En ese momento, inició el reclamo por parte de los barras, y ese fue el punto de partida para lo que sería la agresión.

Los barras pretendían que los jugadores entregaran las camisetas oficiales que, según ellos decían, se las habían prometido. Supuestamente, los barras venden estas camisetas para financiar sus viajes al interior y exterior, y según señala Últimas Noticias, como se acercaba el debut de la Libertadores, los hinchas necesitaban conseguirlas.

Los jugadores trataron de calmar los ánimos indicando que todavía no tenían la nueva indumentaria, cosa que los barras decían que era mentira. La situación empeoró cuando los jugadores tomaron la ruta para regresar a la capital del país. El ómnibus en el que viajaban hacía su trayecto con normalidad, hasta que fue interceptado por ciertos vehículos manejados por los barras.

De acuerdo a Últimas Noticias, al principio sólo eran insultos, gritos y señas. Pero la situación se agravó cuando los vehículos empezaron a hacer maniobras delante del ómnibus que trasladaba a jugadores y dirigentes. Aparentemente, los barrabravas mostraron un arma de fuego y ese fue el detonante para que el bus se detuviera en medio de la ruta. Daniel Hernández, dirigente tricolor, se bajó del ómnibus, y logró normalizar un poco la situación para poder seguir el camino de regreso a Montevideo.

En la reunión que se celebró en las últimas horas del jueves entre el jefe de Policía de Montevideo, Néstor Artigas Lema, y el presidente de Nacional, Ricardo Alarcón, éste se comprometió a no entregar más entradas a los barras con el objetivo de poner fin a estos vandalismos que se vienen dando en el fútbol. Mientras tanto, Alarcón solicito a Artigas Lema mayores garantías para proteger a los jugadores y dirigentes, de lo contrario no presentará a su equipo en la Copa Bimbo.