Dicen que les dio pena despedirlo porque, según afirmó el asesor presidencial del Gremio, Luiz Onofre Meira, "era una persona muy querida", pero con eso sólo no era suficiente para mantener un contrato oneroso. Y así se fue Richard Morales del Gremio de Porto Alegre: sin pena, ni gloria. En los seis meses que estuvo sólo anotó un gol y jugó seis partidos.

El técnico Celso Roth fue quien se cansó del bajo rendimiento del Chengue y pidió su despido. Ahora solicitó reforzar la delantera con dos argentinos: Germán Herrera, y Maximiliano López. Este último probablemente llegue la semana próxima. El pase de Herrera está más complicado por diferencias entre quienes tienen su pase: San Lorenzo y Gimnasia.

"Fue una rescisión de contrato cordial, pues el atleta tenía ese objetivo. Lamentamos su salida porque él (Morales) era una persona muy querida en el vestuario. Era un jugador de grupo y nos ayudó en un momento bastante difícil durante el Campeonato brasileño", dijo el dirigente del Gremio al portal Goal.com