El diario La Nación publicó que "los orientales aprovecharon su momento, en el segundo tiempo y se impusieron con justicia por 2 a 1".

El periodista enviado a Venezuela escribió que "en la segunda etapa llegó el derrumbe total" para Argentina. "Batista hizo ingresar a Velázquez con el convencimiento de que podría colaborar hacia el golpe decisivo, pero la falta de actitud de los charrúas en el primer período se tradujo rápidamente en practicidad, al ver que su oponente no lo inquietaba como se creyó al principio".
"En Uruguay todo fue de menor a mayor: el ingreso de Urretaviscaya le cambió la cara al equipo de Diego Aguirre; el atacante marcó el primero y asistió perfectamente a Abel Hernández para el segundo. De nada sirvió el descuento de Salvio cuando la desesperación ya se había apoderado de todos sus compañeros".

El portal de Clarín, a diferencia de La Nación, afirmó que Argentina "no fue inferior a su rival". Describió que "a los 25, Urretaviscaya (reemplazó a Aguirregaray) enloqueció a Tobio y probó al segundo palo: la pelota pasó por arriba de la cabeza de Lodeiro y se le metió a Diego Rodríguez".
En la crónica se reprocha la falta de gol de Argentina. "El Checho metió delantero (Cristaldo) por defensor (Fernández) pero el gol argentino siguió sin aparecer. Sí, en cambio, agrandó la diferencia el práctico Uruguay, a través de Hernández y tras pase de Urretaviscaya. Fue a los 31, de contra, cuando los argentinos estaban ya jugados en ataque. Aunque las ideas no aparecían, la actitud se conservó hasta el final. Por eso, tras un centro del eficaz Insúa, Salvio la metió para el 1-2. Que estiró un poco más las ilusiones, pero que, en definitiva, no alcanzó".

Por su parte, el deportivo Olé opinó que "hasta la expulsión de Gaitán, Uruguay no había generado demasiado como para imponerse en el resultado. En la ronda inicial, invicto con triunfo a Brasil incluido, sacó chapa de candidato. Anoche mostró poco, apenas se fue animando en el segundo tiempo y desequilibró con una jugada individual de Urretaviscaya. También mostró virtudes defensivas para mantener prácticamente a salvo a su arquero, aunque -lo dicho- en ese sentido contribuyó el peso ofensivo argentino, otra vez tan liviano".