Según el delegado de Villa Española, Luis Gómez, la Asociación Uruguaya de Fútbol no aceptó el cheque "salvador" que saldaría la deuda existente con la Institución. Los argumentos manejados radican en que la asociación no tenían forma de comprobar si el cheque tenía fondos suficientes para realizar la transacción. Gómez afirmó a Espectador.com que: "como el cheque era perteneciente a un banco estadounidense, los dirigentes de la AUF no tenían forma de comprobar los fondos del mismo".

Gómez muy dolido por las circunstancias pidió apoyo a la empresa Tenfield, la misma le cerró las puertas al igual que Pablo Hernández. Agotados los recursos y previendo lo peor, Villa Española se despide, a mitad de campeonato, de la principal categoría del fútbol uruguayo.

"Teníamos todas las ilusiones puestas para este campeonato, hasta habíamos cambiado la indumentaria. Todos estos hechos sucedidos nos duelen mucho, yo quiero mucho a esta Institución" dijo compungido.

Nada parece sencillo en el panorama aurirojo, ya que tampoco puede comenzar a jugar en la segunda división hasta el fin del Campeonato Uruguayo. El delegado de la "villa" confiesa que el peor momento fue cuando el plantel se enteró de lo ocurrido. "Hoy no le podemos prohibir la salida a ningún jugador, si bien los contratos se mantienen, no vamos a poner trabas para que quienes tengan ofertas puedan competir este semestre", agregó Gómez.

"En lo único que intentaremos competir, será a nivel de formativas, pero dependemos de que la AUF nos lo permita" dijo el dirigente.

Los otros pagaron. Juventud y Rampla finalmente pagaron sus deudas en la AUF y quedaron habilitados para jugar el Clausura.  Rampla pagó 80.000 dólares que se dividen en dos meses de deuda con la AUF, por préstamos de garantías, e incumplimientos con jugadores y técnicos. Lo de Juventud de las Piedras es diferente, pues la deuda, 71.250 dólares, era con Liverpool.