A veces quedan pocas palabras para adjetivar el trabajo hecho Defensor Sporting, que tiene como gran cabeza al mejor entrenador del medio, Gerardo Jauri.

En esta ocasión eliminó a un candidato a la final como Malvín, al ganarle 87-74, para liquidar la serie 3-1 y romper los pronósticos de casi todo el ambiente que jamás imaginó un desenlace así.

El Playero fue superior durante más de tres cuartos, manejó diferencias que oscilaron los 10 puntos y al Fusionado se le hizo cuesta arriba remontarlos, incluso el tanteador marcaba 11 unidades de diferencia cuando ya se jugaba el último cuarto.

Pero la rotación empleada por Jauri y la excelente recepción de sus jugadores, empezaron a marcar un cambio. Brian Woodward (24 puntos) volvió con cuatro faltas y empezó a sacar ventajas en el uno contra uno, Chris Jackson (22) se hizo amo de los rebotes y hasta puso los últimos cuatro libres (tira para menos del 50% en play off) que lanzó, por lo que el trámite empezó a cambiar.

Pablo López decidió sacar a Pablo Viera, de gran partido hasta ese momento, por Emilio Taboada y su equipo empezó a bajar sensiblemente la producción ofensiva y defensiva. Defensor puso en apenas minutos un parcial demoledor de 19-4 para pasar al frente 76-71 y encaminarse a una nueva final, confirmando una gran realidad, en el historial de la Liga es el único que siempre terminó entre los cuatro mejores equipos.

A primera hora, Atenas no se entregó fácil y le ganó a Biguá 82-73 y forzó un quinto y decisivo partido a disputarse el viernes próximo.

Luego de tres cuartos sumamente parejos apareció Diego Pereyra para adueñarse del juego y con 9 puntos seguidos totalizar un parcial de 11-0 en el último período para sacar la máxima, 68-59.

La zona 2-1-2 que echó en cancha Marcelo Signorelli fue destructiva y el Pato no tuvo reacción. Leandro García Morales (20 puntos) no se encontró con el aro, Martín Osimani tampoco lastimó y tanto Rubén Wolkowyski como Kevin Young no gravitaron.

Si bien le costó ordenarse y bajar revoluciones, Atenas logró controlar el juego a partir del ingreso de Gustavo "Panchi" Barrera. Biguá no logró colocarse a menos de 5 y el rival se quedó de forma justa con el cuarto juego de la serie, forzando un quinto que promete muchísimo.