Socios e hinchas del Tacuarembó F.C. convocaron a la movilización que, de acueredo con sus organizadores, busca la reivindicación de los derechos de los jugadores y un acto de justicia con su líder, Navarro Montoya.

Según admitieron los propios involucrados, el cuidavallas y el presidente de la institución Daniel Alvernaz, se enfrascaron en una discusión que terminó con golpes de puño, luego de que el futbolista le reclamara al dirigente salarios atrasados del plantel y mejores condiciones para el desarrollo de la profesión.

"No puedo aseverar a quién le asiste la razón. Son dos posiciones antagónicas e intransigentes ante las cuales intenté mediar, pero las mismas se han radicalizado al punto de poner a Tacuarembó en una encrucijada", dijo a el intendente del departamento y ex presidente del club, Wilson Ezquerra quien estuvo reunido con el arquero a pedido de éste.

De su lado Navarro Montoya, en declaraciones a la prensa local atribuyó lo sucedido al "orgullo, vanidad y discriminación (de la pobreza)" por parte de Alvernaz. El arquero reconoce que se tomó a puños y pide que le den una sanción por ello, pero que no lo dejen sin jugar.

La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) repudió este jueves en un comunicado los hechos de violencia ocurridos y expresó su solidaridad con presidente de la institución, "quien sufriera una agresión que no condice con lo que debe ser la sana convivencia entre seres civilizados y con la finalidad del deporte".

Asimismo el secretario general de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales, Fernando Barboza, consideró oportuno que la AUF "también se hubiese solidarizado con el destrato y la violencia verbal recibidas por el jugador", las cuales desataron su reacción y recordó que Navarro Montoya está dispuesto a disculparse.

El plantel principal por su parte, que respalda la posición de su compañero, amenazó con ir a la huelga y en la jornada trabajó en un campo de entrenamientos arrendado por el guardametas.

Larga trayectoria. Nacido en Medellín en 1966, el popular 'Mono' realizó la mayor parte de su carrera en Argentina, donde debutó a los 18 años bajo la égida de Alfio Basile en filas de Vélez Sarsfield, jugando luego en Independiente, Boca Juniors, Chacarita Juniors, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Nueva Chicago y Olimpo, También actuó en los españoles Extremadura, Mérida y Tenerife, el chileno Deportes Concepción y el brasileño Atlético Paranaense.