El argentino River Plate, que ya estaba eliminado, le dijo adiós a la Copa Libertadores 2009 con una goleada de 3-0 sobre el peruano Universidad de San Martín, en un partido por la última fecha del Gr

River se despidió ganando

El argentino River Plate, que ya estaba eliminado, le dijo adiós a la Copa Libertadores 2009 con una goleada de 3-0 sobre el peruano Universidad de San Martín, en un partido por la última fecha del Grupo 3 jugado la noche del jueves en el Monumental de Buenos Aires.

Gustavo Bou (17), Rubens Sambueza (42, penal) y Diego Barrado (50) convirtieron los goles de River.

Tras disputarse la última jornada del Grupo 3, el Nacional uruguayo avanzó como líder con 14 puntos, escoltado por Universidad San Martín (8), que a pesar de la dura caída también pasó a los octavos de final, mientras que River (7) y el paraguayo Nacional (4) quedaron al margen de la próxima ronda.

San Martín había anunciado su intención de luchar por el primer puesto, para lo cual necesitaba imponerse en el Monumental, pero ya en los primeros minutos exhibió un juego intrascendente, demasiado liviano para las aspiraciones prometidas.

Todavía ocupado en la tarea de asimilar una eliminación muy temprana, River presentó un equipo alternativo que fue bastante más ambicioso y decidido que su adversario peruano.

Ese dispositivo ofensivo que propuso el conjunto ‘millonario' encontró su premio con el primer tanto, surgido en una gran acción individual de Gustavo Fernández, que maniobró en la antesala del área y arrastró las marcas, y habilitó a Bou, que desde el vértice derecho remató cruzado para incrustar el balón en el ángulo alto.

A San Martín le costaba muchísimo acercarse al área local, y apenas tuvo una ocasión con un tiro libre de media distancia del ‘Hachita' Ludueña que rozó el travesaño.

Por el contrario, River acentuó su dominio, con un muy buen trabajo de Barrado en el mediocampo, y creó más oportunidades, como un remate alto de Villagra y un disparo desviado de Fernández cuando estaba solo frente a Butrón.

Por eso no extrañó que River ampliara diferencias, ahora con un penal convertido por Sambueza con un zurdazo, tras una falta de Jorge Reyes al uruguayo Robert Flores.

San Martín no despertó de su letargo ni siquiera en la segunda parte, y River ejerció control tranquilo, que acentuó con el tercer tanto, conquistado por Barrado tras un rebote dentro del área menor a la salida de un tiro de esquina.

Poco para rescatar dejó San Martín, que se mostró muy endeble en defensa y con muchos problemas para generar jugadas de riesgo en ataque.

Con poco le alcanzó a la versión alternativa de este River en crisis y con la suerte ya echada para dejar en claro su superioridad y propinarle una dura lección a un San Martín descolorido y ausente, como si nunca hubiera pisado el césped del Monumental.