Su apellido llama la atención, es lógico, más si se tiene en cuenta lo que significó su padre para la historia de uno de los clubes más grandes y más importantes de la Argentina. Actualmente integra la cuarta de Estudiantes, cuadro que lo albergó a raíz de los contactos del "Enzo" con Leonardo Astrada, ex DT del "Pincha".

Con todo lo que significa River en la vida de la familia Francescoli, Marco tenía la dura tarea de ponerse los cortos, consciente de que muchas miradas estarían apuntadas en su juego. No defraudó. Abrió el marcador ante la atenta mirada del "Príncipe".

Marco nació en París y a los 17 años optó por el fútbol como forma de vida. Se probó por un lapso de un año y medio en las inferiores del Cagliari en Italia. Posteriormente decidió viajar hacia sus orígenes, donde recaló en Argentina. Nada fue casual, su padre, idolatrado por media Argentina movió sus contactos para que Marco empezara a hacer carrera. Cerca estuvo de practicar donde nació Maradona, Argentinos Juniors, pero tras la ida de Néstor Gorosito en la conducción técnica, Enzo prefirió acercarlo a Estudiantes.

Marco declara ser un fanático francés, hincha a flor de piel de la selección gala. Tiene dos ídolos y ninguno es su padre: Zidane (muy amigo de Enzo) y Del Piero.

Según indican los medios argentinos, el joven tiene talento. Ya son dos los goles que convirtió. Uno de ellos en el Monumental y a estadio lleno, cuando en la despedida de su padre, le marcó a Claudio "Popi" Flores, quien defendía el arco de Peñarol.