Bryant fue la fuerza motriz de unos Lakers que se coronan por cuarta vez en la era del técnico Phil Jackson, quien alcanzó su décimo anillo de campeón para convertirse en el entrenador más laureado de todos los tiempos en la NBA.

Jackson guió a los Chicago Bulls de Michael Jordan a seis títulos en la década de 1990, y a los Lakers a otros tres 2000 al 2002, con Kobe Bryant y Shaquille O'Neal compartiendo el estrellato.

Bryant mereció el trofeo al jugador más valioso de la final, al promediar unos 30 puntos por encuentro.

El astro aportó, además, seis rebotes, cinco asistencias y cuatro tapones, y fue respaldado en el pizarrón por el reserva Lamar Odom, con 17 cartones, el centro español Pau Gasol, con 14 unidades y 15 rebotes, el alero Trevor Ariza con 15 tantos y el veterano Derek Fisher con 13.

Por el lado de Orlando, los mejores fueron Rashard Lewis, con 18 tantos y 10 tablas, Dwight Howard con 12 puntos y 10 recuperaciones y el turco Hedo Turkoglu con 12 rayas.

Los Lakers dominaron todas las estadísticas del partido, al lanzar para un 43,8% desde el campo (35 canastas en 80 intentos), un 50% en triples (8 de 16), 21 de 28 desde la raya de penalidad, dominar los rebotes 47 a 36, y cometer sólo 10 turnovers.

Orlando trabajó para un 41,5% de efectividad: encestó sólo ocho de 27 triples y 10 de 10 tiros libres.

Como en partidos anteriores, Orlando comenzó trabajando para tomar el mando del marcador y cerrar a su favor el primer cuarto 28-26.

En el segundo, los locales siguieron produciendo y Los Lakers fallando, hasta que en la medianía del pasaje un triple de Derek Fisher cambió la decoración del partido, al acercar a los angelinos 40-39, publica AFP.

De nuevo "el Pescado" le daba la chispa que necesitaba su equipo, ya que la canasta marcó el inicio de una racha de 16-0 que permitió a Los Lakers irse delante 52-40, con dos minutos y medio para cerrar el tramo.

En la seguidilla anotadora hubo dos triples de Trevor Ariza y otra canasta de Fisher.

Rafer Alston encestó dos canastas para Orlando, pero Los Lakers se fueron al descanso con ventaja de 56-46.

En el tercer cuarto, Kobe y Odom produjeron seis puntos cada uno y Los Lakers llegaron a disfrutar una ventaja de hasta 16 cartones, insalvable para unos Magic que comenzaron a rendir armas ante la superioridad del rival.

Los Magic buscaban su primer campeonato de la NBA en su segunda final, que ya habían jugado en 1995 cuando fueron barridos por Houston Rockets 4-0.

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