La violencia ganó a la razón
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Dos nuevas víctimas mortales cobró la violencia en el fútbol argentino. Esta oportunidad el epicentro fue entre hinchas del líder del Clausura, Huracán de Parque Patricios. Dos muertos y cuatro fracturados de un duelo que parece no tener coto.
Una mancha más para el deporte más popular del mundo. Suena paradójico que en lugar de reportar la cantidad de goles de la fecha o quiénes son los punteros del campeonato, se deba hacer el raconto de vidas perdidas en manos de los violentos, usando el fútbol como telón de fondo.
En Argentina, este domingo la cifra registrada de muertes en espectáculos deportivo se elevó a 237, contabilizando desde 1924, según informa la entidad no gubernamental denominada Salvemos al Fútbol.
La directora del hospital estatal Penna de Buenos Aires informó que "hay dos muertos, dos heridos fugados y dos en recuperación". Un hombre joven perdió la vida tras ser herido con un arma de fuego en la zona cardíaca, mientras que la segunda víctima fue identificada con un hombre de 32 años herido en el tórax y el abdomen.
Estos desdichados sucesos se dieron en el entretiempo del encuentro entre Huracán y Arsenal de Sarandi. Allí, el "Globo" ganó 3-0 y se adjudicó la punta del torneo a falta de una fecha para culminarlo. Los disturbios se protagonizaron en diferentes instancias. Comenzaron en el entretiempo, donde se visualizaron corridas en la popular de Huracán.
La gresca siguió con un enfrentamiento entre una veintena de personas, con armas blancas y de fuego, en una esquina cercana al estadio, en el barrio porteño de Parque Patricios, donde está la 'villa miseria' (asentamiento) Zavaleta, según informa AFP.
El acontecimiento más violento se registró en la puerta del hospital Penna: mientras los principales heridos arribaban de forma vertiginosa, un puñado de hinchas del club atacó a los automóviles que los trasladaban para ser atendidos. El vehículo fue volcado, apedreado e incendiado. Con el chofer herido, se produjo un tiroteo en una plaza ubicada frente al hospital.
"Estamos en situaciones de delincuentes. Me tiene sin cuidado si pertenecen o son hinchas de un determinado club, son delincuentes. No miremos esto como un hecho de seguridad deportiva", estimó el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández.
La organización no gubernamental Familiares y Víctimas de la Violencia en el Fútbol (FaViFA) cargó contra la Policía: "No hacen prevención ni inteligencia, dejaron a los barrabravas de Huracán enfrentarse y señalarse entre ellos en la cancha y en vez de intervenir en el momento los dejaron irse para que se maten afuera".
Un problema que parece no tener fin en Argentina y tampoco en el fútbol. Los hinchas se siguen muriendo con pena, pero sin gloria. Familias rotas, daños irreparables desde el punto de vista moral y el fútbol que lentamente pierde adeptos. Hasta dónde ha de llegar esta situación, nadie lo sabe, pero es un hecho que una vez más, la violencia logró imponerse a la razón.
Imagen: www.flickr.com - Sandra Murillo