Las boleterías del estadio Mineirao y de otros cuatro puntos de venta fueron desbordadas por miles de fanáticos, que formaron larguísimas filas durante horas bajo un sol abrasador, muchos con cánticos y luciendo el uniforme azul del equipo.

Del total de 61.800 boletos disponibles, unos 31.800 se esfumaron en unas cuatro horas en manos de hinchas ávidos por marcar presencia, para lo cual debieron pagar entre 15 y 150 reales (entre 7,5 y 75 dólares).

Por otra parte, unas 28.000 entradas fueron vendidas a socios de dos programas de fútbol, y una cuota de 2.000 fue destinada a invitados, patrocinadores, políticos y otros privilegiados que no debieron exprimirse entre la multitud. Además, 250 son para familiares del plantel y unos 3.000 para hinchas argentinos.

Pese a la derrota 3-0 del Cruzeiro el domingo en el clásico ante Atlético Mineiro por el torneo brasileño, los hinchas del once de la 'Raposa' acudieron en masa, confiados en que conseguirán el tercer cetro sudamericano luego del empate 0-0 obtenido la semana pasada en el juego de ida en La Plata.

"Va a ganar Cruzeiro, no tengo ninguna duda que vamos a ganar la tercera Copa, por eso estamos todos aquí esta tarde", expresó a la prensa un hincha que esperaba con varios amigos en una fila en el Mineirao.

Muchos incluso estaban acampando fuera del estadio desde el mismo domingo tras el clásico mineiro, llevaron pertrechos, mantas y barajas para matar el tiempo. Algunos relataron que tuvieron hasta 25 horas de espera y durmieron en el piso para garantizar su ingreso a la decisiva final.

Pero muchos no tuvieron suerte para lograr su objetivo y desistieron, aunque algunos grupos fueron ganados por el descontento cuando la policía cerró la venta.