Luego de los enfrentamientos que tuvo con la hinchada de su equipo David Beckham se plantó firme en su postura de no pedirle disculpas a la hinchada del Galaxy, quienes mantuvieron un tenso diálogo con el futbolista luego de terminado el primer tiempo del partido amistoso disputado contra el Milan.

"No es ningún fallo de mi parte, al contrario, son otras personas las que tienen que cambiar", dijo el volante este viernes, según informa el diario español AS.

Calificó como una falta de respeto las provocaciones sufridas por algunos hinchas.

"No me gusta que mi hijo viese todo lo que sucedió y las cosas que me ponían en las pancartas y se dijeron en el campo", explicó Beckham. "Que todo eso llegase de un grupo de aficionados organizados, pienso que era irrespetuoso hacia mi persona".

Confesó hacer "oídos sordos" ante los reclamos de la hinchada, siendo consciente que tiene que rendir para el equipo. "Si para algunos aficionados consideran que no soy demasiado bueno es algo que no me preocupa, mientras que me sienta satisfecho conmigo mismo y con el equipo", sentenció.

En un comunicado emitido por los hinchas de LA Galaxy, exigen más interés y compromiso por parte del jugador. Aseguraron que no se guardarán nada contra el jugador, en la medida que éste no muestre un cambio de actitud para con el equipo y su afición.

"Si (David) muestra el evidente desinterés que tuvo al final de la pasada temporada, o si nos provoca como hizo el domingo, que esté seguro que tenemos alguna cosa más que decirle".

Beckham compite en la Mayor League Soccer (MLS) desde 2007, en aquel entonces firmó un contrato por cinco temporadas por 33 millones y medio de dólares. Es el mejor pago de la Liga (6,5 millones anuales) y apenas lleva jugados 32 partidos en su club.