Desde primera hora de la tarde miles de personas se fueron reuniendo en la Plaza de Oriente, donde se instalaron dos gigantescas pantallas al aire libre de cinco por tres metros cada una delante del Palacio Real.

En estas pantallas, los congregados en medio de un ambiente festivo y musical, siguieron la presentación de la candidatura de Madrid 2016 que hizo la delegación española, encabezada por el rey Juan Carlos, en Copenhague, y la votación de los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI), que trajo la decepción.

La alegría por saber que Madrid estaba en la final con Río de Janeiro dio paso en apenas una hora de incertidumbre a la tristeza al conocerse que los Juegos Olímpicos de 2016 se celebrarán por primera vez en Sudamérica, informa AFP.

La decisión cayó como un balde de agua fría sobre el ambiente festivo, que se había vivido en el centro de Madrid con la gente pasándose grandes globos amarillos y enarbolando manos gigantescas con los colores de los anillos olímpicos, manteniendo una esperanza de organizar los Juegos de 2016 que no se cumplió.

"Creo que son más las ganas que tenemos que las posibilidades (de ganar), pero hay que tener esperanza. Es un poco como la lotería", había afirmado a la AFP, Marta Garcimartín, una decoradora de 53 años, que acudió a dar su apoyo a la candidatura madrileña en la plaza de Oriente, donde también se extendió una lona para que la gente pudiera estampar la huella de sus manos usando pintura roja, negra, amarilla, verde, azul, emulando el logo de Madrid 2016.