Por Nicolás Aramendi, de Espectador.com

Una simple lona atada desde siete puntos con hilo blanco, solitaria en medio de una de las tribunas de Jardines del Hipódromo, da cuenta de la principal carencia de la selección nacional de fútbol: el enlace, el enganche, el 10, o como se lo quiera denominar.

El DT de Uruguay, Oscar W. Tabárez, con mucha razón, expresó, luego del partido con Argentina en el Centenario (0-1), que un jugador con características de enganche "no necesariamente tiene que jugar de enganche". Claro ejemplo de esta afirmación es el caso de Juan Sebastián Verón en Argentina.

"La Bruja" tiene el papel de doble cinco, junto a Javier Mascherano, pero a la vez es el encargado de manejar los tiempos y el fútbol de su equipo.

La cuestión es que Uruguay no es que tenga un jugador con características de enlace y que no juega en ese puesto, sino que ni siquiera lo convoca.

Aquí aparece la pregunta de ¿quién? Tabárez dijo que Ignacio González reúne los requisitos de un 10, pero dado las lesiones que ha sufrido en 2008 y 2009 la continuidad con la celeste no se pudo concretar.

Otra de las opciones es el ex Nacional Juan Albín, que brilla en el Getafe de España, a quien nunca se le dio la oportunidad, o el juvenil Nicolás Lodeiro, figura de la selección sub 20 y en el equipo tricolor de Gerardo Pelusso, y declarado el segundo mejor jugador de la Copa Libertadores 2008 (luego de Verón).

El volante de Defensor Diego De Souza fue convocado por Tabárez en varias oportunidades, pero sin suerte en cuanto a minutos en cancha.

La selección de Tabárez es claro que cuenta con un líder en defensa, el capitán Diego Lugano; un referente en la delantera, el goleador del Atlético Madrid, Diego Forlán, pero carece de un cabecilla en el mediocampo, alguien por el que pueda pasar la pelota para generar jugadas "limpias" y pases claros a los delanteros, alguien que distribuya el juego y tenga mente "fría" en momentos calientes, alguien en quien depositar las pausas; en definitiva: un estratega.  

El volante de Danubio Carlos Grossmüller (ex Schalke de Alemania) tiene 26 años y está pasando por uno de sus mejores momentos futbolísticos con "la Franja". Juega de enlace y es el responsable de la creación del fútbol en el equipo que al término de la octava fecha del Apertura ostentaba el liderato del torneo.  

Aquella lona, que escribe "Tabárez" con graffiti negro y el particular mensaje con rojo ("parece alemán pero es uruguayo Grossmüller"), fue colgada en el partido por la 9ª fecha del Apertura de este martes -partido en el que Danubio cayó en la hora ante Atenas 1 a 0- y hace un llamado a cubrir el tan ansiado puesto en "la Celeste".