Agassi sigue confesando: no tuvo pelo largo, usó peluca
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Además de confesar que consumió drogas durante su carrera deportiva, el estadounidense Andre Agassi admitió que la melena que lució en los años 90 era una peluca, según su autobiografía.
Agassi cuenta en Open: una autobiografía, publicada este sábado un periódico británico, que se colocó la peluca con horquillas para disputar su primera final de Grand Slam en Roland Garros en 1990 y que perdió el encuentro contra el ecuatoriano Andrés Gómez porque estaba demasiado pendiente de que no se le cayera.
Antes del partido, "recé no por la victoria sino para que no se me cayera", escribe en el polémico libro el ganador de ocho torneos de Grand Slam.
En fragmentos revelados esta semana, Agassi, uno de los seis hombres que han ganado los cuatro 'grandes', admitía haber consumido mentanfetaminas en 1997.
Ahora explica que empezó a llevar peluca para disimular su creciente alopecia. "Cada mañana me levantaba y me encontraba con otro pedazo de mí mismo en la almohada, en el lavabo, en el desagüe", escribe.
"Me pregunté ¿y si llevara peluca?, ¿en la pista? Y me respondí ¿qué otra cosa puedo hacer?", cuenta.
Pero la peluca empezó a estropearse la noche anterior a la final de Roland Garros. Agassi no sabía qué hacer y llamó a su hermano Philly. Juntos, consiguieron recolocársela correctamente con horquillas y alfileres.
"Sin duda, podría haber jugado sin peluca pero ¿qué habrían escrito todos los periodistas al enterarse de que había estado llevando peluca todo ese tiempo?", añade Agassi, de 39 años, publica AFP.
"Imaginaba a millones de espectadores acercándose a sus televisores, abriendo mucho los ojos y preguntándose en montones de idiomas cómo era que a Andre Agassi se le había caído el pelo", añade.
Fue la actriz Brooke Shields, con la que estaba casada, quien le convenció para que se cortara el pelo que le quedaba. "Me dijo que debería raparme la cabeza. Fue como si me pidiera que me arrancara todos los dientes", dice.
"Pero lo estuve pensando durante unos días, pensando en la angustia que me estaba causando, en la hipocresía y en las mentiras", afirma. "La peluca era como una cadena y esas ridículas trenzas largas de tres colores eran como grilletes".
Foto: flickr.con