El artillero brasileño vivió momentos duros el pasado año. En pleno campeonato abandonó el Inter de Milan y retornó a Brasil, ya que presentaba un cuadro de depresión y alcoholismo.

Posteriormente, declaró ante la prensa que su intención era abandonar el fútbol porque no encontraba motivación alguna para seguir practicando el deporte, a raíz de su depresión.

El pasado martes, el guardameta retirado Robert Enke se suicidó y este suceso hizo pensar a Adriano en la problemática que encierra a muchos jugadores del ambiente del fútbol.

En declaraciones a Globoesporte el delantero, quien pretende ser tenido en cuenta para el Mundial, dijo: "La depresión también existe en el mundo del deporte y no es bueno menospreciar el problema. Es necesario curarse. A mí me pasó algo similar y estuve cerca de terminar igual", dijo el futbolista de Flamengo.

También se remontó al 2004, año en que falleció el padre del jugador: "Me ocurrió en 2004, tras la muerte de mi padre. Por eso tuve problemas de alcoholismo. Comencé a beber porque era mi forma de evadirme de los problemas. También tenía insomnio. Olvidé todas mis responsabilidades", confesó.

Haciendo alusión al último infortunio de 2008 el formidable goleador dijo: "Comprendí que lo que de verdad me debía preocupar era volver a ser feliz".

Los coletazos de la muerte de Enke han sido innumerables. En esta oportunidad fue Adriano quien dio su punto de vista de la situación.