Festejemos, no seamos grises
Uruguay consiguió su pasaje al Mundial tras cerrar el repechaje con una victoria de local y un empate en Montevideo. El partido fue más duro de lo esperado y extremadamente tenso.
Seguramente todo lo que había en juego, ayudo a la tensión y a la dificultad del equipo para resolver el partido con una victoria, que me adelanto a decir, mereció largamente.
Principalmente en el segundo tiempo, el trabajo de los celestes fue claramente superior al de Costa Rica, pero no pudo cerrar el repechaje con una victoria de local, que seguramente hubiese dejado una mejor imagen de la clasificación, pero no se puede perder de vista que se clasificó y se cumplió el objetivo principal.
Si miramos hacia el mundo, todos los partidos de repechaje que cerraron las últimas clasificaciones, terminaron con resultados estrechos, 1-0, 1-1, 2,1. Francia, vice campeón mundial, clasificó con un gol en el que hay una clara mano, empatando en el alargue de local para ir a Sudáfrica y ser cabeza de serie.
Que quiero decir, que no es fácil ganar, que la tensión disminuye la capacidad para definir y tener sutileza a la hora de resolver, que ir al Mundial es muy importante para todos y que el logro en si es muy importante para teñirlo creando dudas.
Uruguay va a Sudáfrica por su propio mérito, consiguió el mismo quinto lugar que en otras Eliminatorias, jugó el repechaje y ganó su lugar legítimamente, incluso con claras mejoras, un intento de jugar bien, un proceso ordenado y serio y sin apelar a la violencia como herramienta, diga lo que diga el técnico "Tico", a ellos le expulsaron a un jugador y a Uruguay no.
Entonces, no seamos tan grises, disfrutemos de la clasificación que bien la ganamos aunque sea con sufrimiento, disfrutémosla, como el intento de romper la solemnidad del himno, poniéndole un tinte murguero y ser un poco más divertidos.