"La nueva mano de Dios" de Thierry Henry trajo polémica a la clasificación del campeón del mundo de 1998.

Cuando Francia perdía 1 a 0 con Irlanda en el alargue (iban a penales), el día anterior ya se conocían los cabezas de serie del Mundial Sudáfrica 2010, entre los que ya estaba anotada la selección gala. Algo insólito en el fútbol pero real.

Pero un centro frontal pasó de largo y Henry puso la mano para acomodar la pelota y mandar el centro atrás  para que aparezca Gallas y marque el 1 a 1 (2 a 1 global) y la confirmación de Francia en una nueva Copa del Mundo.

Cabe aclarar que Henry también estaba en posición adelantada cuando partió el centro.

Todas las manos irlandesas se levantaron pidiendo la anulación del gol. Los jueces suecos del partido (Martin Hansson; Stefan Witteberg, Fredrik Nilsson) hicieron oído sordo y la polémica estalló al más alto nivel.

La Asociación Irlandesa de Fútbol (FAI) solicitó a la FIFA que se repita el partido, pero el máximo organismo del fútbol respondió con el siguiente comunicado: "No es posible cambiar el resultado ni repetir el partido. Como claramente establecen las reglas del juego, durante los partidos, los árbitros toman las decisiones y dichas decisiones son inapelables".

Este viernes, el autor del gol salió en defensa de los perjudicados (Irlanda) y, según publica el sitio español elmundo.es, Henry dijo que "repetir el partido sería la solución más equitativa".

"No soy un tramposo y nunca lo he sido. Fue una reacción instintiva a un balón que llegaba extremadamente rápido", indicó el delantero del Barcelona.


Vea la mano de Henry