Djokovic (Nº 3 del mundo) espera ahora que el sueco Robin Soderling (Nº 9), que ya tiene garantizado estar entre los cuatro últimos del 'Torneo de Maestros', elimine al ruso Nikolay Davydenko en el segundo partido del viernes, lo que le daría la clasificación.

El serbio partía con la ventaja de medirse a un rival ya eliminado, después de sus dos derrotas en dos sets contra Soderling y Davydenko, pero Nadal, fiel a sí mismo, vendió cara su piel.

En el primer set devolvió el break a Djokovic dos veces y remontó de 6-2 a 6-5 en el 'tie-break' antes de terminar cediendo el set. En el segundo, después de un masaje en la espalda, Nadal llegó a tener una bola de break en el último juego.

Pero, en conjunto, el espectáculo fue más bien mediocre para tratarse de los números dos y tres del mundo, un cartel de lujo que es ya un clásico: ambos se enfrentaban por 21ª vez desde 2006, con 14 victorias y siete derrotas para Nadal aunque Djokovic le aventaja siete a tres en superficie dura, informa AFP.

Ambos cometieron muchos errores directos (35 Nadal y 37 Djokovic) y el serbio confirmó la impresión de fatiga que dio ante Soderling. Ganó, sobre todo, aprovechando el mal estado de Nadal, muy lejos de su nivel en Londres, donde no ha ganado un solo set en tres partidos.

El mallorquín volvió a jugar demasiado corto y fue incapaz de hacer daño desde el fondo de la cancha.

Una semana antes de la final de Copa Davis contra la República Checa, los dos titulares españoles para los individuales - Nadal y Fernando Verdasco - se van de Londres con un balance de seis derrotas, mucho cansancio y algunos problemas en los pies en el caso del madrileño.

Pero la final se disputa en Barcelona y sobre polvo de ladrillo, y los rivales, Radek Stepanek y Tomas Berdych, no son del mismo calibre que los de Londres.