Si bien el orden del día del encuentro presidencial que comenzó en la tardecita del miércoles no lo incluía, todos sabían que la discusión acerca del comienzo del Clausura se plantearía. La asamblea de presidentes no tiene potestad para modificar lo planificado, ya que es un ámbito no formal que se reúne periódicamente a instancias del Consejo Ejecutivo que preside Sebastián Bauzá, pero sí puede servir para que se junten las voluntades necesarias para convocar al Consejo de Liga que cambie lo planificado.

Antes del comienzo de la reunión, se estimaba más que viable la modificación en la fecha de inicio del certamen. Según averiguó 13ª0, los clubes que pretendían cambiar la fecha de inicio se apoyaban en dos motivos: dificultades para conseguir el dinero necesario para jugar antes del 23 de enero y necesidad de tener una semana más para alcanzar la forma deportiva ideal.

Sin embargo, avanzada la jornada, trascendió que el dinero que ingresará por la clasificación de Uruguay al Mundial podría utilizado para que la AUF emita préstamos a cuenta de la suma que percibirán las instituciones, desactivando dichos argumentos. Con respecto a los motivos deportivos, algunas voces sostienen que los clubes que llegan en las mejores condiciones no beneficiarán a aquellos peor preparados.

Para que se convoque a una sesión del Consejo de Liga que discuta un eventual cambio de fecha, debe contarse con la aprobación de 3/5 de los clubes de Primera División, es decir, no menos de nueve voluntades.