Fútbol Uruguayo

Entre nosotros

Entre nosotros

Los ecuatorianos llegaron el lunes a Montevideo tras un pobre empate a cero ante El Nacional en el debut del torneo local. Es dirigido por Paul Valdez y como visitante, el sábado pasado, alineó con un 4-4-1-1. Previo a la salida concurrieron a misa y depositaron su suerte en los brazos del ‘Divino Niño Jesús’ en un ambiente donde el olor a romero y las bombas de color rojo, adornaban la iglesia de San Alfonso.

Los futbolistas que llegaron a nuestra capital en la mañana del lunes, son: los goleros Esteban Dreer (argentino) e Israel Álvarez; los defensas William España, Arlin Ayoví, Diego Ianiero (argentino), Jaime Chila, Marco Quiñónez y Juan Guerrón; los mediocampistas Giancarlos Ramos, José Granda, John García, Mauricio Hurtado, Pablo Arévalo, Gabriel Méndez (argentino) y Christian Cordero; y los delanteros Luis Miguel Escalada (argentino), Jefferson Nájera y  Darwin Caicedo.

 

Deportivo Cuenca debutó en la liga ecuatoriano como visitante frente a El Nacional de Quito. El partido terminó empatado 0-0 y se jugó el sábado. Los ‘Morlacos’ pernoctaron en la capital ecuatoriano y se trasladaron a Guayaquil el domingo para embarcar a Montevideo, con escala en la ciudad de Lima.

 

El dibujo más empleado por su técnico, Paúl Vélez, es el 4-4-2. Ante El Nacional, el entrenador colocó el siguiente equipo: Esteban Dreer –como golero; una línea de cuatro defensores formada por John Narváez, Diego Ianiero, Arlin Ayoví y Jaime Chila; los volantes fueron Giancarlos Ramos, John García, Mauricio Hurtado (después, Cristian Cordero) y José Granda (luego, Darwin Caicedo); mientras que en ataque jugaron los recién contratados Gabriel Méndez (que jugó como media punta) y Luis Miguel Escalada (después, William España).

 

Para la crónica local, en este partido Cuenca fue un equipo liviano y poco claro. Ni con el ingreso de Darwin Caicedo, pudo dar potencia a su ofensiva. Sin embargo, destacaron el orden que mostraron y el acoplamiento al sistema, que planteó el entrenador. El Cuenca no fue el mismo que jugó en la final del campeonato pasado ante Deportivo Quito. Se lo vio más débil, menos brillante y con pocas variantes ofensivas.

 

La crónica local resaltó: "Seamos caballeros en las buenas y en las malas, y verán que el Cuenquita va a triunfar", dijo el sacerdote Nicolás Orozco en su homilía, mientras Juan Carlos "el Chino" Benítez, preparador de arqueros, cruzaba las manos y oraba. "Pidamos para que nuestros futbolistas tengan el éxito deseado en este año", repetían durante la misa los miembros de la Crónica Roja. Al final de la ceremonia, un grupo de mariachis entró coreando música mexicana y entonando: "¡Viva Deportivo Cuenca!".


Francisco [Paco] Fernández