"Lamentablemente no se me dieron los objetivos que pensé hace un tiempo, me voy dolido por eso. Di todo, di lo mejor, no sé si gustó o no. Volví a disfrutar de un año en Boca, del vestuario, de volver a estar en la Bombonera. En ese sentido me voy contento", afirmó Abondanzieri a diario Olé..

Sobre que opinaba que Boca lo dejó ir sin cargo y no le pidió que se quefara, agregó: "Si Boca tiene como ídolo a Guillermo Barros Schelotto y se fue de esa forma, qué se puede decir de mí. Se puede dar con cualquiera, porque uno está cómodo en un lugar y ganó cosas, pero en algún momento se termina".

Abondanzieri llega al equipo que dirige Jorge Fossati y en el que juega el también uruguayo Bruno Silva.

También están sus compatriotas Diego D’Alessandro y Pablo Guiñazú.

"Cuando me enteré de la situación del Pato hablé inmediatamente con el presidente para que hicieran lo necesario. Estábamos buscando a un jugador para ese puesto y esta era una de las mejores posibilidades, por su gran capacidad y experiencia", contó Fossati sobre el pase, y confesó que también quiso llevarse a Martín Palermo, pero que Boca rechazó la posibilidad.

Cerro enfrentará a Inter el próximo 28 de marzo, en el estadio Atilio Paiva Olivera de Rivera, por el grupo 5 de la Libertadores.