"(La idea) fue puesta en espera hace dos años y ahora se ha tomado la decisión de ponerle freno", afirmó Valcke, según publica la BBC de Londres. "La puerta está cerrada. La decisión fue no ir adelante con la tecnología", agregó.

Si bien la tecnología ya se utiliza en otros deportes para determinar la posición de la pelota, por ejemplo en el tenis, en el caso del fútbol sólo el ojo humano puede evacuar las dudas surgidas en la línea de gol.

El problema es que los avances en la televisión permiten, una vez terminado el partido, remarcar una y otra vez los errores de juicio. Este punto puso presión a la FIFA para que se adopten sistemas de video para definir jugadas.

Un incidente destacado fue la mano del delantero francés Thierry Henry antes de anotar el gol de Irlanda, tanto que le permitió a su equipo la clasificación al Mundial de Sudáfrica.

"La tecnología no debería entrar en juego. Fue una declaración muy clara tomada por la mayoría en el IFAB", dijo Valcke.

De todos modos, el Comité Internacional de Asociaciones de Fútbol dejó abierta la posibilidad de utilizar un árbitro extra detrás de cada gol.