La columna de Adusto

Los Mundiales y yo. Hoy: Alemania 74

Los Mundiales y yo. Hoy: Alemania 74

Para la Copa del Mundo de 1974, los dirigidos por Roberto Porta (aquel que formara la histórica delantera alba del Quinquenio, junto al pato William Castro, Ciocca, Atilio García, y Zapirain) formó un equipo plagado de estrellas foráneas: Mazurka, Montero Castillo, Rocha, Espárrago, y el Chivo Pavoni, que por aquel entonces se estaba quedando pelado, entonces se dejó el pelo largo y santo remedio.

Aquel Mundial fue útil para sacar algunas conclusiones. La primera: los holandeses son generalmente rubios y rápidos, pero muy pechofríos. Nos ganaron con lo justo 2 a 0 (el segundo fue en la hora, cuando los teníamos metidos dentro del arco), después sacaron la pizarra, pero bien que en la final ante Alemania se "asustaron", por utilizar un eufemismo.

 

Después sacamos un empate ante el poderoso representativo búlgaro. Ese día, le anularon un gol a Morena, que empezaba así su idílica relación con la parcialidad celeste, la misma que lo putearía todo un año más tarde, cuando el arquero colombiano Faryd Mondragón (que antes de convertirse al Islám se llamaba Pedro Zape) le detuvo dos penales en el Centenario.

 

En la última fecha perdimos 3 a 0 con los suecos, que siempre fueron unos muertos. La Copa siguió y como ya se dijo, la ganó Alemania, con un gol de brasileño Müller (nacionalizado germano, aunque luego vistió la verdeamarelha en la eliminatoria del 93) ante el arquero holandés que jugaba con la 8 en la espalda, a quien la Reina de Holanda (la propia Máxima Zorreguieta) le prohibió usar las manos.

 

Última mención para el histórico choque entre las dos Alemanias, ganado por los del martillo y el compás, arbitrado por Ramón Ben Hur Barreto, el histórico pito oriental.

 

 

Correo de la audiencia (a través de luboadusto@gmail.com)

 

Recuerdo la pelota que va a disputar Gonzalo Sorondo con el portero francés Barthez (hasta rima y todo) los cuales "chocan", la cámara de televisión realiza un primer plano y podemos apreciar que el zaguero compatriota comienza a insultarlo a la vez que le cuenta los segundos con su mano en alto, intentando que el juez de la contienda le cobre una retención del balon al portero (Federico de Trinidad).

 

Querido Federico: muchas gracias por los conceptos vertidos. Recuerdo la jugada perfectamente. Sorondo debió haber pateado al impresentable cuidapalos galo, acaso en la zona blanda, pues éste se encontraba fuera del área chica, y sabido es que fuera de la misma uno puede hacer con el arquero rival lo que se le plazca. De aquel partido recuerdo una bella plancha del propio Darío Silva, y la cobarde actitud del pelilargo Petit (hoy conductor de Asuntos Pendientes), invitando al árbitro a ver el replay de la falta en la pantalla gigante puesta allí por los coreanos, que de este negocio no entienden nada.

 

Un buen recurso seria guardar las muestras de orinas de todos los jugadores que que no tengan ningún compuesto que comprometa el control de antidopping, ¿para qué? Para que cuando los jugadores lleguen a Sudáfrica tengan la libertad de salir de joda de noche chupando y bailando, sin preocuparse de tener que estar en el control de antidopping al otro dia del partido ya que la orina "la llevaríamos pronta de antes". (Conrado de Brazo Oriental).

 

Me parece más que atendible su propuesta. En las pequeñas cosas se ganan los campeonatos. ¿O usted cree que Maradona se dio la papiuska solo en el choque ante Nigeria? Ni por asomo, se la venía dando desde el Sudamericano de Plata en el 79, lo sabemos todos. Pero siempre había en los combinados argentinos un futbolista destinado a orinar, por algo los ordenaban de un modo extraño. El uno lo llevaba Alonso, porque tenía gran facilidad de micción. Luego Ardiles con el 2, Barbas con el 3, y así sucesivamente. No importaba que fueran buenos jugadores. Acá podríamos llevar al Pepe Asconegui y Federico Moreira, de recordado combate de orines en la Vuelta Ciclista.