¡Que disparate!
Con cuatro goles de Lionel Messi y un partido inolvidable del delantero argentino, el Barcelona goleó al Arsenal y clasificó a semifinales de la Champions League. Hasta el árbitro terminó saludando a la "pulga", que tuvo una noche inolvidable.
El Barca nunca especuló con la ventaja obtenida en la ida en Inglaterra, donde igualaron a dos, y salió a buscar el partido desde el primer minuto.
Sobre los veinte minutos, y en un rápido contragolpe, el equipo inglés silenció al Nou Camp y anotó la apertura.
Pero el frío duró dos minutos. Messi peleó un rebote al borde del área, sacudió la zurda y anotó el empate. Después vino el show. En el segundo empezó la jugad y la terminó. En el tercero se la picó por arriba al arquero y en el cuarto se la tiró por los caños. Intratable.
Fue cuatro a uno y fiesta catalana, que ahora va por el Inter.