Nadal no tuvo ningún problema para superar al también español David Ferrer (N.11) por 6-2 y 6-3, mientras que Verdasco dio la gran sorpresa al eliminar al primer cabeza de serie y número dos mundial, el serbio Novak Djokovic, con casi la misma contundencia, un doble 6-2.

Nadal se muestra optimista tras un buen comienzo de temporada, en la que está demostrando que está recuperando el mismo nivel que lo llevó a ser el número uno mundial.

El mallorquín suma ya 31 victorias seguidas en Mónaco, donde aspira a repetir los éxitos de 2007 y 2008, cuando se proclamó campeón sin haber perdido ni un set. En polvo de ladrillo, su impresionante trayectoria queda en 158 victorias en los 164 partidos que ha disputado desde 2005.

En caso de imponerse en la final de Montecarlo, Nadal, afectado por las lesiones a mediados de 2009 y en el inicio de la actual temporada, pondría fin a una sequía de títulos que dura ya 11 meses.

Por su parte, Verdasco disputará su primera final en un Masters 1000, que se encuentra a un escalón menos que un Grand Slam, torneos donde solamente ha alcanzado los cuartos de final.

Djokovic, número 2 del mundo, se ahogó en un mar de errores no fozados, con 19 a 42, a favor de Verdasco.

Verdasco soalemente consiguió superar una vez a Nadal, en las semifinales del Abierto de tenis de Australia 2009, en un partido memorable que duró cinco horas.

El Masters 1000 en el principado de la costa mediterránea reparte 2,5 millones de euros en premios y es considerado como la cita que abre anualmente el camino hacia la gran competición sobre polvo de ladrillo, el Abierto de Francia de Roland Garros en París (23 mayo-6 junio).

AFP