No hubo goles en el Clásico
Peñarol y Nacional igualaron por la 13ª jornada del Torneo Clausura. Un primer tiempo entretenido dejó paso al discreto segundo tiempo, que confirmó el empate y conformó a ambos.
El Tricolor arrancó mucho más agresivo que su rival y provocó a los 4 minutos una jugada de riesgo, cuando Ángel Morales fue avanzando por izquierda, para culminar con un tiro sesgado, buscando el segundo palo de Sosa que desvió al córner. Orteman respondió recién a los 10 minutos, con un tiro que no llegó a destino porque lo trabaron justo.
La jugada más evidente de gol que generó Nacional en el partido fue a los 17 minutos, cuando Blanco llegó sólo a definir con Sosa. Buscó elevar el tiro por encima del arquero, pero éste reaccionó justo y logró manotear la pelota. Respondió Darío Rodríguez con un cabezazo apenas ancho, a la salida de un córner.
Pero la mejor respuesta la hilvanó Urretaviscaya en un contragolpe sobre los 28 minutos, cuando desairó a "OJ" Morales y definió bajo cuando achicó Muñoz, pero su tiró estrelló el palo. Esa jugada fue inicio del predominio Carbonero hasta el final del período.
Martinuccio explotó espacios por la izquierda del ataque y por allí generó riesgo. Fueron varios desbordes del argentino, que derivaron en despejes de la zaga de Nacional a córner. En uno de ellos, Lembo casi mete la pelota en su arco. Enseguida, Orteman casi consigue anotar de cabeza, pero Calzada pudo despejar sobre la línea.
El segundo tiempo fue decididamente discreto. El estado penoso del campo coadyuvó en dificultar el juego de los futbolistas. El partido se comprimió en el mediocampo y las llegadas a fondo fueron escasas en esos primeros minutos.
En Peñarol Urretaviscaya mantuvo el nivel mostrado en la primera mitad, obligando muchas veces a Núñez a faulearlo. Pero careció de la compañía necesaria en Pacheco, que fue generalmente bien contenido por Coates, y Martinuccio fue desentendiéndose del juego hasta ser sustituido.
Sobre la media hora ambos técnicos trocaron jugadores en busca de quebrar el cero. Aguirre mandó a Olivera y Alonso para cambiar la matriz de fútbol ofensiva. En tanto, Balsas, Cabrera y "Morro" García fueron los elegidos por Acevedo para la tarea, porque Nacional ya hacía rato no se acercaba a Sosa y era dominado por Peñarol.
No resultó para ninguno, aunque quizás Nacional se volvió a casa con el consuelo de terminar el partido exigiendo a Peñarol en su última zona. Pero sin juego fluido ni claridad, sino con sus consabidas virtudes anímicas y físicas.
El empate dejó conforme a ambos, porque el cierre del juego pareció confirmar una intención implícita de no perder con que ambos llegaron al duelo. En los hechos, Peñarol mantuvo la diferencia en la Tabla Anual y redujo las chances del Tricolor de alcanzarlo. Pero debe visitar a Danubio en Jardines, parada siempre complicada para el Aurinegro. Nacional estiró su racha invicta sobre el rival, hecho que pudo resultar como aliciente de cara a las finales y a las etapas definitorias en la actividad internacional.