El equipo albinegro pudo quebrar así una racha de tres finales consecutivas con derrotas (2007, 2008 y 2009) por el Campeonato Carioca y ante el propio Flamengo, que es el máximo rival para Botafogo (Vasco da Gama y Fluminense son los otros equipos "grandes" del Estado).

Pero la alegría fue doble para el campeón, porque con la victoria además frustró a su rival en el quinto intento por consagrarse teracampeón Carioca, logro sólo conseguido en la historia del torneo por Botafogo, entre los años 1932 y 1935.

Las crónicas advierten de un partido lleno de emociones, con un Maracaná efervescente y poblado con 60.000 personas. El marcador lo inauguró el argentino Herrera de penal para Botafogo, en tanto el jugador de selección brasileña, Vagner Love, empató para el "Rubronegro". Pero a los 27 minutos del segundo tiempo, Abreu pidió para ejecutar un nuevo penal que concedió el juez,  y fiel a su estilo, no tuvo mejor idea que picar la pelota, que rozó el horizontal antes de traspasar la línea de gol.

Incluso la final tuvo nuevas emociones, porque Flamengo con diez hombres (expulsaron a Maldonado, cuando el penal que anotó Abreu) consiguió unos minutos después forzar un tiro penal en su favor. Pero el arquero Jefferson adivinó la intención del "Emperador" Adriano y aseguró un título que Botafogo no obtenía desde 2006.

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Vea el penal que convirtió Abreu: