La Columna del Profe

Sin dudarlo; Peñarol fue el mejor

La campaña realizada por los carboneros fue fulminante, no se dio a lo largo de toda la temporada, ya que terminó el Apertura en la cuarta posición, a diez puntos de Nacional y por debajo de Defensor Sporting y Liverpool.

Pero superó todos los escollos, el primero y más difícil, los problemas que arrastraba el plantel tras el pasaje nefasto de Julio Ribas y la incapacidad en el club de ordenarlo.

 

El gran mérito lo tiene Diego Aguirre, en definitiva el Club no cambió tanto, pero entre la bonomía y la personalidad fuerte de Aguirre, su idea simple pero eficiente del fútbol y la recuperación o incorporación de algunos jugadores, todo cambió.

 

Entre Aguirre y su cuerpo técnico, en particular el Profe Piñatares, recuperaron a Guillermo y Darío Rodríguez,  el primero figura en todo el Clausura, le dieron ritmo y nivel a Sergio Orteman quien se juntó con el llegado Arévalo Ríos y marcaron la diferencia en la mitad de la cancha.

 

Se sumó Urretavizcaya y con Gastón Ramírez, a quien Aguirre conocía bien de la Sub 20 lograron el funcionamiento que el técnico quería. La frutilla de la torta la puso Antonio Pacheco, presente en tantas malas y brillante en esta buena, goleador y líder de su equipo, sin gritos ni patoterismo, líder por buena persona y buen jugador, lejos del imaginario del líder prepotente y guapo.

 

Por todo esto y otras que también pasan por encontrar resultados rápidos, el equipo casi de primera, Peñarol fue el mejor y no es subjetivo como dejó entrever Eduardo Acevedo. Es matemático, le ganó a todos los equipos, fue el equipo que hizo más puntos y en la final, ganó y empató, que más se necesita.

 

Hay quienes dicen que Aguirre tiene suerte, debe ser cierto, lo que pasa es que esa suerte mágica que algunos creen que existe, surge de la inteligencia, la serenidad, la convicción y la personalidad. Y se necesita mucho de todo eso para lograr lo que Aguirre en Peñarol, el gol de la final de la Copa en el 87 como jugador, sacar a Bengoechea y ganar en el campeonat 2003 como técnico y volver y levantar a éste Peñarol. Todo es explicable pero más cerca de lo científico que de lo mágico.