Por Andrés Guidali, desde Roland Garros especial para Espectador.com

Hoy lunes, las cosas ya suceden con una normalidad tal en el torneo que parece que todos los franceses, y también los invitados, vivieran todo el año dentro del recinto. Ya todos han entendido a la perfección el funcionamiento y la gente va y viene de una cancha a otra, espera su turno para entrar, festeja, se divierte y consume un estilo de vida sólo reservado para dos semanas al año.

Hay varias cosas para destacar en este mediodía de Uruguay –que es un tres cuartos de jornada aquí en Paris– y tienen que ver con algunos ganadores, con partidos importantes ya fijados para mañana y también, por qué no, con uno de los jugadores que es noticia casi todos los días del año: Roger Federer.

Lo primero y tal vez más importante, para los que salimos hacia aquí desde el aeropuerto de Carrasco, es que ya está fijado el partido de Pablo Cuevas para mañana martes. Parece que los organizadores le dan mucha importancia al encuentro, ya que se disputará en la cancha Nº1 (el tercer estadio en capacidad del complejo, después del Philippe Chatrier y el Suzanne Lenglen). Apenas dos latinoamericanos han jugado en las canchas más importantes desde que comenzó el torneo: Gisella Dulko, que enfrentaba a la preclasificada Nº 10, y Ricardo Mello, a quien también le tocó el mismo número de preclasificado como rival para su debut en el cuadro masculino.

El partido del uruguayo será en el tercer turno, después de dos encuentros que no resultan demasiado atractivos y que no prometen mucho más que un par de participaciones francesas.

Por otro lado, ha habido algunas victorias importantes en el día de hoy, como la de Murray frente a Gasquet, que sucedió en gran parte gracias a una lesión de galo. También la del local Gael Monfils, que hizo lo propio frente al alemán Florian Mayer, jugando un tenis extraordinario, que parecía energizado por los aplausos del público. El chileno Fernando Gonzáles ganó sin demasiado sobresaltos ante el brasileño Thiago Alvez y Serena Williams no tuvo problemas ante la suiza Stefanie Voegele. Más tarde, entregaremos el total de los resultados destacados, con algunos comentarios que alivien la dureza de los números.

Lo que sí resulta de interés y requiere unos minutos de atención es que más allá de los récords del Nº 1 del mundo y de que nadie pregunta demasiado de sus sensaciones con respecto al torneo (porque por fin lo conquistó por primera vez el año pasado), Federer sí se siente especial en esta ocasión y en estas canchas.

Según sus comentarios en la primera rueda de prensa, el suizo se sintió diferente al entrenar el pasado miércoles en el estadio principal, hecho que le hizo revivir cada momento previo a su victoria de 2009. Siempre que volvía a Roland Garros, un sabor amargo le recordaba no sólo que el galardón que entregan los galos todavía no estaba en su vitrina, sino también lo cerca que había estado de conseguirlo.

Por eso, y aunque no parezca, este Roland Garros sí es muy especial para el hombre que está batiendo todos los récords. Se puede decir que, si uno lo escucha hablar, parece un joven recién llegado al tour que sigue con las mismas ganas adolescentes. Y que cada torneo, sin importar cuántas veces lo haya ganado, es un nuevo y desconocido desafío.

(Foto: Flickr.com)