El debut de Cuevas ante Ferrero, cada vez más cerca
A minutos del debut de Pablo Cuevas en la edición 2010 del Roland Garros, nuestro corresponsal desgrana algunas anécdotas sobre el salteño.
Por Andrés Guidali, desde Roland Garros especial para Espectador.com
En la mañana de hoy martes, tomamos con uno de mis colegas uruguayos el metro que nos lleva diariamente hasta Roland Garros. Por suerte, sólo cuatro paradas nos separan del complejo tenístico y, como él dice, viajamos con una eficiencia y velocidad envidiables. Pero siempre bajamos con la sensación de habernos perdido un montón de hermosos paisajes parisinos.
Llegando a nuestro destino "Porte de Auteuil" una pregunta se nos hace familiar por el idioma y el acento con el que es pronunciada: "¿Ustedes van a Roland Garros...?". Como sabemos, siempre es difícil distinguir entre uruguayos y argentinos, y en este caso no sólo se trataba de compatriotas sino además de salteños, que se soltaron y dejaron fluir su acento característico cuando se dieron cuenta de que estaban entre coterráneos.
Todo el mundo hubiera pensado que viajaban exclusivamente, en fecha y hora, para ver debutar al salteño Pablo Cuevas. Pero nuestro asombro fue grande cuando ellos se vieron también sorprendidos por estar llegando justo para el debut. No tenían tickets aún, por lo que los dejamos en la ardua tarea de pelearse con los revendedores del torneo (nada demasiado distinto a lo que pasa fuera del Estadio Centenario, pero con los ánimos mucho más calmados), para ver qué podían conseguir.
Obviamente, nuestra compañía y las indicaciones de cómo llegar al torneo, además de la ayuda con algunas preguntas sobre las entradas, nos hace recordar al primer tema del penúltimo disco de El Cuarteto de Nos, Raro. El track se llama "Nada es gratis en la vida", y así fue que en la breve caminata que tuvimos en compañía de los salteños, intentamos sacar toda la información posible sobre los primeros pasos y las anécdotas del tenista que andan picando por el litoral noroeste.
Lo primero que comentó uno de ellos, es que conocía a su familia, a su padre particularmente, y que "el pibe" tenía un mérito enorme. En el club "Remeros de Salto" había un profesor que era muy bueno y por ese motivo Pablo cruzaba todos los días en canoa, desde Concordia, para poder entrenarse y mejorar su tenis. También dijo que parecía sencillo, porque a la ida tenía corriente a favor, pero que a la vuelta sumado al cansancio del entrenamiento no era fácil volver remando. También comentó que la Prefectura en algún momento le prohibió hacer ese recorrido diario, pero más adelante, y buscando un punto de cruce menos peligroso, le permitía "si quedaba entre nosotros" seguir yendo a entrenar a la vecina orilla.
Habría que hablar con Pablo Cuevas para ver si a los cuentos hay que sacarles el IVA, o si el IVA corresponde a Uruguay o a Francia (casi la mitad que nuestro impuesto), pero intentaremos hablarlo extraoficialmente, para no quedar como "indios del sur que cruzan en canoa para jugar al tenis" en medio del periodismo más selecto del mundo.
Para distraernos y poder llegar al debut del uruguayo, con la tranquilidad necesaria para seguir siendo periodistas y no hinchas, seguimos viendo el mejor tenis del mundo; que no es poca cosa. Ahora, sentados en el palco de prensa del estadio Pilippe Chatrier, vemos un excelente partido entre Andy Roddick (USA) y Jarkko Nieminen (FIN). El norteamericano ganó 6-2 y sin demasiados sobresaltos el primer set, pero el finés fue encontrando su mejor tenis en la segunda manga, para adueñársela por 6-4. Ahora Roddick tiene doble quiebre ganando 2-1 arriba en el tercer set y el partido sigue rodando aquí, como parte de la mecánica infernal del torneo; por más que uno intente hacerse parte de todo lo que pasa, la información se escapa de entre los dedos y tenemos que ir a buscarla inmediatamente a internet, por más de que estemos aquí.
De hecho, mientras seguía escribiendo, el score cambió; ahora están 2-2 y 30-40 sacando Roddick con posibilidad de quiebre para Nieminen.
Quebró Nieminen...