Tenis

Cuevas no pudo con Ferrero

Cuevas no pudo con Ferrero

El tenista uruguayo Pablo Cuevas (55) perdió 4-6, 3-6 y 1-6 por la primera ronda de Roland Garros frente al español Juan Carlos Ferrero (18) y quedó eliminado.


Por Andrés Guidali, desde Roland Garros especial para Espectador.com


Aunque pensábamos que no íbamos a poder ver a Nadal en su debut –porque jugaba en el mismo turno que Cuevas–, la poca suerte del uruguayo y el indiscutido mérito del español Ferrero nos permitieron estar escribiendo esta nota desde el palco del estadio Suzanne Lenglen y disfrutando al mismo tiempo del espectacular tenis de Rafa.

Las palabras están un poco atragantadas sobre el debut-derrota del uruguayo. Parece que nuestro teclado estuviera en francés, donde muchas letras cambian de lugar y no las vamos encontrando con facilidad para contar nuestras impresiones.

Intentemos ser lo más justos posibles con ambos jugadores. Juan Carlos Ferrero está en un excelente momento (preclasificado Nº 16 del torneo) y sin dudas, a sus 30 años, no sólo sigue demostrando un talento impresionante sino que es un hueso duro de roer para cualquier rival que quiera superarlo. Pablo Cuevas todavía es un jugador ascendente, y en el día de hoy pareció poco curtido para enfrentar un partido de estas características; no por tratarse de un torneo importante, sino por jugar contra un ex número uno del mundo.

Era sabido que Cuevas iba a necesitar de mucha paciencia y tranquilidad para enfrentar este encuentro. Hacerle un punto a "El Mosquito" Ferrero no es tarea fácil, ya que es un tenista de gran desplazamiento, que llega a casi todas las pelotas y las devuelve con una precisión envidiable. Además, propone un tenis interesante, moviendo al rival de lado a lado e intentando tener siempre la iniciativa.  

Por todas esas razones, y por la experiencia que ha juntado en tantos años de tour, el español requería los mejores y más afinados dotes de Cuevas para ceder incluso un solo game. Y la verdad es que el salteño no estuvo en uno de sus buenos días.

En el principio del encuentro quedó bastante claro que al español le pesaba la velocidad de pelota de Cuevas y durante los primeros tres o cuatro games no le era fácil afirmarse y proponer. La potencia de nuestro compatriota, sin dudas, molestaba al tenis de Ferrero. Pero con eso no alcanzaba, porque ahí recién empezaban a conocerse y una vez que Ferrero vio cómo venía la mano ya no lo dejó pegar cómodo. Ahí Cuevas hubiera necesitado hacerse de paciencia para ir armando los puntos, para de a poco trabajar cada game y darle tiempo a que Ferrero empezara a equivocarse; pero nada de esto fue posible. O la juventud o el mal día de Pablo hicieron que nada le saliera bien.

Mucho no se puede decir del encuentro, porque no tuvo ni altos ni bajos sino que tuvo un jugador siempre arriba y otro abajo. Cuevas no tuvo ninguna oportunidad de quiebre en los tres sets que disputó y el partido se le fue de las manos sin terminar de entender por qué estaba jugando de esa manera.  

El primer set fue el más parejo de todos, pero el servicio del uruguayo ya había sido quebrado en el tercer game. Así que siguió abajo hasta que perdió por 6-4.

La segunda manga no arrancó bien para nuestro compatriota, ya que perdió su servicio en el primer juego y no pudo recuperarlo, perdiendo así por 6-3 en pocos minutos. Por último, el aliento de la tribuna y de los allegados a Pablo Cuevas no pudieron hacerlo reaccionar, y por más que intentó dar muestras de pelea estaba lejos de que ese intento se convirtiera en realidad. Fue un contundente 6-1.

Da la sensación de que Cuevas todavía necesita tranquilizar algo dentro suyo para convertirse en uno de los mejores; y así lo digo, porque seguro que ya es un gran jugador. Ojalá encuentre ese "que sé yo que no se qué", que hace que un jugador llegue a estar entre los mejores 15 del mundo, porque es seguro que el talento lo tiene.

Terminando esta nota, ya finalizó el partido de Rafa Nadal frente a Gianni Mina, un joven francés que está empezando su carrera profesional y que supo ser el año pasado Nº 2 del ranking mundial juvenil. Parece que otro talento emerge en tierras galas y aunque se fue derrotado por un triple 6-2 dejó lo mejor en la cancha y el público lo despidió con una ovación.  

Es un lástima que se terminen hoy nuestras esperanzas celestes en Roland Garros, ya que, en esta ocasión, el uruguayo –ex campeón de dobles de este torneo junto al peruano Luis Horna– no disputará el evento en parejas.

Suerte que este año jugamos el mundial y que es dentro de poco, así seguimos disfrutando de la celeste sin importar en qué cancha juguemos.

Para Pablo, la mejor de las suertes para la próxima.