Tenis

La lluvia está siendo el gran verdugo de Roland Garros

La lluvia está siendo el gran verdugo de Roland Garros

La lluvia, que ya entorpeció el desarrollo de los partidos del miércoles, también volvió a atentar contra la programación de la quinta jornada.

Por Andrés Guidali, desde Roland Garros, especial para Espectador.com

Entramos a Internet y todavía no recibimos mails por la diferencia horaria con Uruguay; nadie nos escribe en Francia. Vamos a uno de los cafés del complejo de Roland Garros y pedimos algo para tomar. Lo hacemos durar lo más posible. Miramos la revista interna "Quotidien". Ya la leímos unas dos veces. Ya están agotados los temas de conversación con los colegas y no se puede pasear por el complejo, a no ser por las zonas techadas, que están repletas de "barras bravas" del otrora deporte blanco.

La lluvia fue el gran verdugo de la ilusión de los espectadores que se arrimaron una jornada más a cumplir con ese rol tan importante dentro del torneo. Porque hay que decir la verdad, la gente que va a alentar se vuelve un ícono y una parte independiente, solo coartada por las ordenes del árbitro de silla.

Sería tal vez más económico e innovador hacer jugar a los tenistas en esta nueva consola llamada "wii" en los días de lluvia. Cada uno se elegiría a si mismo como jugador y con control en mano y emulando sus propios golpes (porque es la particularidad que tiene este juego, uno agarra el control y simula, en este caso, estar pegando con una raqueta), se darían enfrentamientos interesantísimos, más que nada para los fanáticos de este tipo de juegos electrónicos.

Tal vez para el público que se acerca y que paga la entrada a diario sea aburrido, pero para los organizadores, frente a la opción de alargar el torneo una jornada más, seguramente sería una opción bien rentable; creo que no queremos ni imaginar lo que puede costar un día de este "Cirque du Soleil" del tenis. Y tal vez de eso podamos hablar un poco hoy, en una tarde que acá en París se presta casi exclusivamente para eso, aunque el planteo seguramente nos deje más dudas que certezas.

Cada vez que me enfrento a las lonas verdes del fondo de las canchas, me pregunto cuánto pagarán cada uno de los patrocinadores que año tras año apoyan o sponsorean el abierto de Francia. El abanico de marcas está compuesto por un banco local, una conocida marca de agua francesa, una compañía de telefonía móvil, otra de ordenadores, dos de ropa deportiva, una de relojes y por último, una cadena de ópticas y una afamada marca internacional de correo privado.

Un queridísimo colega de la AFP que ha cubierto este torneo durante diez años consecutivos, no se anima a hipotecar tanto tiempo de datos certeros por apresurarse y ayudarme con esta nota; pero sí me comenta que con tranquilidad, puedo hablar de un promedio de diez millones de euros por patrocinador.

Después de haber recabado en el día de ayer los datos de cuánto se paga en premios a los jugadores, y luego de ir haciendo memoria de cada una de las personas que he visto trabajando para el torneo, sin dudas que la suma de gastos debe dar una cifra solamente soportable con los montos que mencionamos anteriormente, aportados por los auspiciantes.

Prometo ahondar en el tema y empezar a afinar el lápiz, no de periodista, sino de contador. Así podré acercarles cifras de esas que en las películas, hacen escupir el café a los sorprendidos actores.

Lo mejor del día de hoy viene de ayer y tiene que ver con la definición del partido entre el francés Gael Monfils y el italiano Fabio Fognini, que se había suspendido en el 5 iguales del quinto set por falta de luz. El tano venía de levantar dos sets abajo e igualó el tanteador haciendo gala de un temperamento desafiante para con la tribuna local. Aguantó todo tipo de críticas, gestos, gritos, intentos de desconcentración y hoy, cuando volvía a hacerse la tarde-noche y en el único momento que se pudo jugar, alargó el encuentro hasta llevárselo por un 9-7 en la última manga (recordemos que los quintos sets de los Grand Slam no se definen por "tie break" o "muerte súbita").

Esperamos más movimiento para mañana, aunque el clima parece no querer asumir el mismo compromiso. Si es así y volvemos a tener una jornada lluviosa, el chipriota Marco Baghdatis será centro de una crónica que promete ser interesante.

Ya lo veremos cuando suene nuestro despertador y sean las 4:00 am de Uruguay.

Foto: Mikhail Youzhny del sitio oficial de Roland Garros.