En una práctica de fútbol reducido en Pretoria, a cuatro días de su debut contra Nigeria, Maradona paró dos equipos de titulares.

En el primero estaban los defensivos: el golero Sergio Romero; una línea de tres con Gabriel Heinze por la izquierda, Walter Samuel en el centro y Martín Demichelis sobre la derecha; Javier Mascherano de volante central y Jonás Gutierrez como un volante-lateral por derecha.

En el que vestía chaleco naranja, jugaron los ofensivos. Juan Sebastián Verón y Ángel Di María jugaron como mediocampistas mientras que Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y la sorpresa de la tarde, Carlos Tevez, lo hicieron como atacantes.

El equipo ofensivo ganó el encuentro 3 a 0 con un gol de cada uno de los delanteros.

La práctica fue en un clima distendido, por lo menos en los 15 minutos abiertos a la prensa. Incluso, luego de terminado el partido, los vencedores terminaron castigando a pelotazos al perdedor, con Maradona incluido, que se refugiaba en uno de los arcos.

"Hay un buen ánimo, que reina porque hay buenas personas. Estamos pensando en el objetivo y con ganas de que empiece ya el Mundial. Se han hecho largos los días (desde el 28 de mayo). Y con paciencia estamos aceptando al otro tal como es", declaró Nicolás Burdisso.