Hoy de mañana, Belcebú me dijo que voy al Mundial
Lo malo de ser ateo part time (pues bien que cuando me vienen esos dolores fuertes en el pecho, me vuelvo más creyente que el Nacho González) es que difícilmente pueda uno recibir el llamado de Dios, tal como le ocurriera recientemente al popular relator anaranjado, a quien mucho he aprendido a apreciar.
Sin embargo, hoy temprano, mientras escuchaba a lo que es Villegas, me sonó el c-115. Mensaje de texto. Raro, porque mi número no lo tiene casi nadie, pues temo que me llamen y me cobren a mí. Abrí el mensaje y decía:
Si me vendes alma, Uru campeon. Solo tenes q prticipr transms 13a0.
Remitente: el propio Diablo.
095000666
Me sobresalté. Le pedí a Filomena, un levante ocasional que me acompaña desde el pasado viernes y hasta el próximo jueves, que leyera el mensaje, pues temí estar soñando. No veía nada la pobre. Le presté mis bifocales, y ahí me recitó el mismo mensaje.
Entonces, tras dudarlo un poco, llamé al propio Delgado, y tras preguntarle por el grupo que le tocó a República Checa, le dije: "pongamé en la planilla, que estoy".
Porque si realmente Uruguay sale campeón, al fin mi vida habrá servido para algo. Pues escribí un libro que se vendió menos que el de Ariel Longo, tuve un hijo que me salió barrabrava de Peñarol y al que le gusta Telemental, y planté un árbol que me levantó el piso del baño.
Y si mi alma sirve para darle alguna utilidad a los arranques hormonales del propio Palito, o para que Forlán deje de hacerse el lindo y meta lo que es huevo, y para que Suárez demuestre que sus dientes "afonsecados" pueden darnos el empuje necesario para volver a ganar un partido por Copa del Mundo, y para que seamos el primer equipo en tener éxito con un arquero con cara de niño, pues bien, estoy dispuesto a ir al sacrificio.
Cálido abrazo.