La selección sudafricana tuvo una jornada bastante intensa a raíz de las declaraciones del volante Steven Pienaar. El futbolista sudafricano declaró al diario alemán Bild: "Aunque me cargue de enemigos diciendo esto, ningún equipo africano va a ganar el Mundial".

"Todos los equipos africanos tienen grupos difíciles, por lo tanto tengo que ser realista y decir que ninguno va a ganar, incluyendo a los Bafana", agregó el jugador, considerado como una de las estrellas de Sudáfrica.

Sin embargo reconoció que está confiado en pasar a la siguiente fase: "Creo que nuestras posibilidades son buenas. Confío incluso en que lleguemos más allá de la segunda ronda".

En otro orden, el plantel recibió esta mañana la visita de Jacob Zuma presidente del país que concurrió al entrenamiento para desearle suerte a la selección.

"He venido aquí para que sepan que Sudáfrica está al cien por cien con ustedes", afirmó el máximo mandatario sudafricano, que considera que "el país nunca volverá a ser el mismo" después de la organización de esta Copa del Mundo.

En la visita aprovechó para entregarles una carta escrita por Nelson Mandela. "El Mundial es algo más que un juego. Simboliza el poder del fútbol para unir a gente de todo el mundo, sea cual sea su idioma, su color de piel o sus ideas políticas o religiosas" decía un fragmento del documento.

Por la tarde, los jugadores y el cuerpo técnico recorrieron la cuidad en un ómnibus descapotable y recibieron el apoyo de miles de sudafricanos que salieron a las calles a saludarlos.

El jueves la selección entrenará a puerta cerrada en el Soccer City dónde aprovechará para reconocer el estadio en el que debutará el viernes ante México.