Uno en ocho y a seguir la ilusión; Desde Sudáfrica
Se sufrió, ¿pero quien cree que se puede jugar un partido en un Mundial sin sufrimiento? Los rivales son cada vez más duros y nosotros tenemos un equipo al que es difícil ganarle pero que tiene problemas para manejar el juego.
Pero tiene un gran corazón y talento para el gol, cuando no es Forlán es Suárez y el Luis se mando dos perfectas definiciones que hicieron explotar las gargantas.
Quizás se sufrió de más porque entre la presión de los coreanos y una búsqueda de comodidad de defender y esperar, los celestes se retrasaron mucho en el campo de juego y le cedieron con peligro la iniciativa.
Pero este equipo tiene algo destacable, y no es la primera vez que lo hace, tiene capacidad de respuesta, y así como se refugió en un momento, también encontró dentro del mismo partido la fuerza para revertir, tomar la iniciativa y terminar ganando.
Esa capacidad es una manifestación de personalidad y de confianza en las fuerzas propias, que les permite desactivar situaciones adversas y buscar el partido.
Se podrá decir que no jugamos bien, es cierto no se alcanzó el nivel del partido ante Sudáfrica, pero Uruguay nunca pierde el orden y cuando sale a buscar tiene herramientas para conseguirlo.
Y en última instancia, es un partido de fútbol y así como los celestes se retrasaron en el campo cuando iban ganando, los coreanos, agotados del esfuerzo de tratar de empatar también lo hicieron, se retrasaron en el campo y Uruguay lo aprovecho bien.
Quedó demostrado que Corea es muy buen equipo y que ganarle no iba a resultar fácil, ahora estamos entre los ocho mejores, como un convidado de piedra, ese pequeño y molesto país, que esta cargado de historia pero fundamentalmente esta dotado de una aptitud cultural hacia el fútbol que lo destaca.
Ya hicimos más de lo esperado, pero bueno ya que estamos acá, intentemos un paso más y no dejemos de sorprender