Sudáfrica 2010

Jorge Larrionda no se va

Jorge Larrionda no se va

Una ironía del juego dejó inolvidablemente metida en la Historia de los Mundiales, a la terna compatriota encabezada por Jorge Larrionda. La jugada fue algo parecida a la producida en el Mundial de 1966. Si se la contáramos a Isaac Newton y a Albert Einstein, sin que éstos pudieran verla, no hubieran dudado en conceder el gol en favor de los ingleses. Pero lo que no se vio, no se vio y fueron siete puntos en diez para Jorge Larrionda.

El partido entre ingleses y alemanes fue por lejos, uno de los más excitantes de este Mundial 2010. Ha sido una ironía de la vida que la selección de Inglaterra haya perdido ante Alemania, como resultado (no infalible) del denominado "Gol de Wembley".

A los 32 minutos de este partido, y con Inglaterra perdiendo 1-2 con los ‘Teutones’, un disparo desde fuera del área del muy buen volante Frank Lampard golpeó en el travesaño del arco alemán y a partir de aquí la trayectoria del balón construyó un hecho histórico.

 

Luego del rebote, la pelota atravesó claramente la línea de meta (ahora con el diario del lunes en la mano) y picó en el piso. El balón se volvió a elevar gracias a la portentosa energía cinética que llevaba para volver a golpear por segunda vez el horizontal. Luego, dio otro pique en el césped (del lado de afuera de la línea de meta, en esta oportunidad) y fue atrapado por el golero alemán.

 

La prensa, o crónica "especializada", ávida de estas jugosísimas rarezas de los tiempos, recordará por siempre esta jugada, que perjudicó a los ingleses en esta oportunidad y naturalmente dejará sumido en el más profundo de los olvidos al 99% restante de las correctas y justas decisiones que tomó Jorge Larrionda en este encuentro.

 

Jorge Larrionda no podrá dormir esta noche al igual que su asistente Mauricio Espinosa (su segundo asistente en la oportunidad). Tampoco podrán hacerlo Pablo Fandiño (su primer asistente y ubicado en el sector opuesto a la mitad de la cancha donde se produzco la jugada), ni Martín Vázquez y Miguel Ángel Nievas; quines fungieron en este partido como cuarto y quinto árbitro respectivamente.

 

Tal vez se haga historia y este hecho sea el puntapié definitivo para permitir la introducción de algunas variantes tecnológicas que ayuden a disminuir a términos muy pequeños, el margen de error que siempre existe en estas decisiones; que sin "querer queriendo" terminan afectando el devenir de un encuentro.

 

Larrionda es un muy buen árbitro. Y en este caso, no abandonó la profesionalidad de su trabajo. En la mañana del domingo llevó adelante un encuentro donde tomó las decisiones correctas e hizo un muy buen manejo de las amonestaciones. Fue un partido limpio, donde los alemanes tuvieron un mejor remate ayudados por la débil defensa inglesa que terminó por hundir sus aspiraciones en este mundial, más allá del "Gol Wembley", que no les fue concedido.

 

Por su muy buen control del juego, Larrionda deberá recibir una muy buena calificación: un (9). Claro que en los aspectos técnicos, el evento del 'Gol Wembley', le bajará un puntaje de (7) a (5) y como su decisión perjudicó notoriamente (aunque en forma involuntaria) a los ingleses, aquellos ítems relativos al concepto de ‘neutralidad’ le harán bajar su puntaje a (5).

 

Su estilo de arbitraje, que involucra un "montón de aspectos" a tener en cuenta en una labor de veeduría estuvo excelente, por lo que ha de corresponderle un puntaje de (9). Ponderando por igual estos cuatro aspectos, el promedio de su puntaje será de siete en los secretos ámbitos donde se maneja la información que se produce en el juzgamiento de la labor de los árbitros por la Comisión de la Medieval Comisión de Árbitros de la FIFA.

 

En definitiva, ha sido un buen arbitraje acompañado de una infausta decisión. Para muchos (se cuentan un montón de alemanes en este grupo), Inglaterra fue despojada en la oportunidad pero La Historia (sí, con mayúsculas), ha puesto las cosas en su lugar con relación a lo sucedido en 1966.

Allí, la pelota que impulsó George Hurst dio en el travesaño y después rebotó en el piso, sin atravesar completamente la línea de meta. No hubo doble rebote como en esta oportunidad.

Sólo con las reglas de la Mecánica Clásica, a Don Isaac Newton y Don Albert Einstein le hubiera alcanzado con que le fijaran la posición inicial del disparo, le indicaran una velocidad promedio del balón, las características del mismo en cuanto a tamaño y presión del aire encerrado y el detalle del doble golpe en el travesaño, para que hubieran marcado el gol.

Con Newton, habría que emplear un poco más de tiempo, para hacerle conocer algunos aspectos básicos de las reglas de Juego del Fútbol, porque el inglés se despidió de este mundo antes de la invención del deporte.

 

Entre los aficionados al fútbol, sólo por experiencia acumulada, la única ventaja que podemos llevarle a Newton y a Einstein, si es que estábamos concentrados y atentos, un doble golpe en el horizontal en las condiciones de la jugada sólo puede explicarse si el primer bote se realizó luego de traspasar la ‘in goal’.


Pero, ni Larrionda ni Espinosa podían conceder lo que no vieron y actuaron en consecuencia, con el más estricto espíritu de cuerpo con que son rigurosamente entrenados por los especialistas de la FIFA. Y desde los intercomunicadores de sus compañeros Fandiño, Vázquez y Nievas no llegó en ese momento una indicación contraria a la decisión coordinada entre ellos.

Claro que a partir de ahora, las chances para que la candidatura para dirigir la final del Mundial 2010 del equipo de Larrionda, se hayan visto notoriamente reducidas a pesar del excelente arbitraje hecho hoy. Otros colegas están saliendo para ese premio con ventaja inaccesible.

No habrá vuelta inmediata para ellos. No puede haberla. Para cada partido de esta Fase Final, FIFA dispone varios veedores arbitrales en cancha (al menos cuatro) y otros tanto frente a un monitor de señales.

Tiempo atrás, el veedor arbitral internacional de FIFA, Ernesto Filippi Cavani señaló a "13ª0" que los informes de los veedores en cancha de FIFA suelen ser mejores en puntuación que los correspondientes a sus colegas que los realizan frente a la pantalla de un televisor.

Seguirán en Pretoria hasta el final del torneo y gozarán de algunos días de merecida licencia como en Alemania, junto a sus familias, a quienes la FIFA especialmente invita como a las de otros árbitros, como parte del esfuerzo para estar donde están después de sacrificados años, que complementará los más de 40 mil dólares que corresponden a cada uno por su trabajo profesional.

Para el árbitro asistente Fandiño (43 años); y los árbitros principales Larrionda (42) y Vázquez (41) será su último Mundial, ya que al cumplir 45 años deberán abandonar los cuadros referiles. En cambio para los árbitros asistentes Espinosa (con 38 años a cuestas), Pastorino (36) y Nievas (35) tendrían rollo para continuar adelante. Espinosa deberá cargar su cruz en un ambiente muy profesional y terriblemente competitivo.

Francisco [Paco] Fernández