A continuación, la crónica del sitio Teledeportes sobre la llegada de la selección de Martino.

La larga vigilia aguardando a la selección paraguaya comenzó al final de la tarde del domingo. No todos permanecieron en sus puestos en los alrededores del aeropuerto conforme se iban dando detalles acerca de los ajustes en el horario, hasta que al fin se supo que el momento clave era el de las 3:45 de la madrugada.

Unos 3.000 hinchas, sortearon los embates del cansancio y el sueño, para conservar sus posiciones y ser testigos del momento del regreso de los bravos albirrojos, que en Sudáfrica escribieron la página más gloriosa de la historia paraguaya en los Mundiales de fútbol.

El público recibió a los atletas con cariño y admiración, mientras que el presidente de la República, Fernando Lugo, lo hizo con medallas elaboradas expresamente para la ocasión y que fueron entradas a cada uno de los 22 futbolistas que realizaron el largo viaje Johannesburgo-Ciudad del Cabo-Río de Janiero-Asunción, que duró unas 15 horas. Todos menos Edgar Barreto, quien ya se integra este lunes a su club en Italia, el Atalanta.

Y también hubo un reconocimiento para Salvador Cabañas, quien no estuvo presente, pues continua su proceso de recuperación en Buenos Aires, y tampoco estuvo en el Mundial, pero nadie ignora lo decisivo que fue para que la Albirroja tuviera la oportunidad de estar en la fiesta africana.

El gobierno nacional así lo entendió y una de las medallas fue para el Mariscal, fuente de inspiración para sus compañeros en el desarrollo del torneo.