Forlán patea mentalmente antes de que le llegue la pelota
El escritor y periodista peruano Jaime Bayly se ocupó de Diego Forlán y de Uruguay luego del partido frente a Alemania en su columna para Peru21.com. "Brillante Uruguay, salvo el portero", escribe.
"Qué grandísimo jugador este Forlán: no sólo por el golazo de volea que marcó (Forlán patea mentalmente antes de que le llegue la pelota, de modo que está unos segundos adelante que todos los demás), sino por todos los goles que marcó, siempre pateando rabiosa y precisamente, siempre con la ambición insaciable del goleador de raza".
"Pero el otro gol uruguayo fue también un prodigio, una hazaña colectiva, una brillante suma de aciertos improbables: cómo roba esa pelota el ruso Pérez (el mejor jugador de Uruguay en el mundial, mejor aún que Forlán), cómo la abre con gran inteligencia Luisito Suárez sin pensar en él sino en quien mejor viene para convertir y cómo define con clase y fineza Cavani en dos tiempos".
"Brillante Uruguay, salvo el portero, culpable de los tres goles alemanes: en el tiro brutal, dinamitero, de Schweinsteiger, pelota que venía cargada de veneno, nunca debió dar rebote al medio, esa es una falla imperdonable en el manual del arquero, debió desviarla a un costado; y en la pelota aérea que sale a puñetear y termina cazando mariposas o moscas o luciérnagas o peor aún nada, ni un insecto, pues le da un manotazo al viento frío sudafricano y regala el gol, y en el último gol alemán, tal vez ya intimidado por la falla que cometió en el segundo cuando salió y no rasgó la pelota sino la nada misma, Muslera se queda clavado en su línea de gol cuando la pelota viene al área chica, y yo creo que debió salir a cortar pero ya tuvo miedo, ya estaba traumatizado por el despiste del gol anterior y entonces no arriesgó y pasó el desmadre que pasó: el jaleo en su área chica, los rebotes y la pelota adentro por pusilánime el arquero. No digo que Muslera sea un mal portero, no lo es: gracias a su habilidad los uruguayos consiguieron llegar tan lejos (sobre todo superar a Ghana en los penales), pero claramente Alemania prevaleció sobre Uruguay por dos razones: porque el arquero uruguayo cometió errores gruesos que costaron goles evitables y porque el palo, maldita sea, jugó para Alemania en el último minuto, qué pena que ese tiro libre de Forlán no entró, no hay justicia en el fútbol (ni en la vida) porque hubiera sido lindo que la pelota bajase un poquito antes y se metiera y Forlán se diera el gustazo de zamparle dos zapatazos en el orto a los alemanes y llevarlos a suplementario".
"Me quedé un poco rabioso o frustrado porque, a sabiendas de que Alemania, aun con suplentes, jugó mejor que Uruguay, me molestaba y aún sigue molestándome que el entrenador alemán se hurgue la nariz con tan obscena persistencia, se busque la mucosidad nasal solidificada en esas cavernas bávaras o bárbaras, la extraiga a vista y paciencia del mundo entero y nos enseñe en qué consiste exactamente el waka-waka: en comerse los mocos bien masticados, saboreados y deglutidos, sin importarle que mil millones de personas estemos viendo ese espectáculo repugnante, vomitivo, que la FIFA o la Corte de La Haya debería prohibir, por el amor de Dios. Sólo por eso, porque Löw resultó siendo un comemocos asqueroso (y porque para mi desgracia muchos me decían que se parece a mí o que yo me parezco a él, pero juro que yo no me como los mocos nunca, jamás), y porque los alemanes han matado a mucha gente en las guerras mundiales, y porque cómo carajo va a jugar por Alemania un moreno brasilero llamado Cacau (que se llame Cacao, bueno, pero Cacau es como Cau-Cau con Cacao, un asco, otro comemocos desertor, dónde se ha visto que un brasilero se nacionalice alemán y encima se llama Cacau: si se llama Cacau, tendría que haber jugado con Kaká, con Elano, con todos los otros brasileros de apellidos escatológicos, anales), y porque Diego Pérez no es un futbolista sino un campeón mundial de lucha libre y kick boxing, y porque Forlán hizo algunos de los goles más alucinantes del torneo, me quedé con la frustración de que ese tiro libre en el último instante del juego no fuera gol. Bueno, al menos no campeonó Alemania. Eso ya es un consuelo".