Sin autocrítica
En su retorno a Inglaterra, Howard Webb declaró que no tenía más opciones que arbitrar el partido como lo hizo. Confesó que fueron las dos horás "más difíciles" de su carrera. El arbitraje recibió críticas de holandeses y españoles.
"No sentimos que teníamos mucha opción excepto de llevar el partido en la manera en la que lo hice. Nos sentimos satisfechos de haber hecho un trabajo complicado bajo circusntancias difíciles con la mejor de nuestras habilidades", precisó Webb.
"No importa qué encuentro, siempre se espera que los árbitros no se encuentren envueltos. Sin embargo, nos tenemos que imponer para mantener el control", declaró el juez británico.
"Fue un gran reto pero habría sido para cualquier árbitro. Es uno de los partidos más complicados en los que nos vemos implicados y sentimos que trabajamos duro para mantenernos concentrados en el fútbol lo máximo posible", aclaró.
En una nota al diario The Sun, confesó que "fueron las dos horas más difíciles de mi carrera. Estoy física y emocionalmente agotado pero la FIFA me apoyó mucho, no sólo en la final sino a lo largo de todo el torneo".
Por otra parte, el holandés Johan Cruyff criticó duramente el arbitraje: "Se puede arbitrar mal, equivocarte, pero lo que no se puede es crear tu propia justicia y, peor aún, inventarte una aplicación demasiado personal del reglamento".
Agregó que el árbitro "no sólo dejó de expulsar a dos holandeses (incluso Roben mereció la segunda amarilla)", sino que "miró para otro lado en los momentos en los que debió implicarse".