Aunque recién empieza la semana, se dice desde adentro que es complicado que comience el fútbol el próximo sábado.

No está nada sencillo solucionar el conflicto, las posturas siguen siendo claras y marcadas. Los árbitros aseguran que hay una dependencia como trabajadores y por eso van a seguir asegurando que deben cobrar el aguinaldo como cualquier trabajador.

La AUF refuta esto y aduce que entre la reglamentación de FIFA y la del BPS hay diferencias, algo que el asesor legal de los árbitros Gabriel Baum desechó totalmente por entender que FIFA no puede limitar ningún derecho de los trabajadores en un país, donde está consagrado por la Constitución y las leyes.
 
De todas formas, el punto clave para que no empezara fue la famosa partida por disponibilidad. Luego de acordar una cifra, $ 3.080, la diferencia fue conceptual, los árbitros pretenden que este viático se cobre en todo momento, incluso cuando no son nominados para los partidos, mientras que la AUF solamente pretende abonar esa cifra cuando trabajen.
 
Dentro de los objetivos que tiene el presidente de la AUF, Sebastián Bauzá, es conformar una mesa de trabajo con los árbitros de acá a fin de año para ajustar varios aspectos, uno clave, el tipo de relación laboral que hay entre las dos partes.