Gallardo salió perjudicado de una situación casual, en el partido entre Nacional y Bella Vista, que derivó en su lesión y posterior salida del campo. Salvarrey, que habló con el jugador luego del juego contó a El Espectador que "él sintió que lo habían tocado de atrás, se frenó para cambiar de dirección, con el movimiento que llevaba  y dejar que el jugador siguiera de largo. Y se frenó en esa pierna, puso máxima tensión, pero el jugador (rival) le pegó desde atrás en la pierna, entonces sobrecargó la tensión sobre esa rodilla. Y eso motivó que se desprendiera (el tendón)".

El profesional médico de Nacional detalló que la rotura de tendón rotuliano se entiende como  "varias formas que produce la interrupción de la continuidad del aparto extensor de la rodilla". El tendón rotuliano se ubica debajo de la rótula, ligado a la tibia, siendo "uno de los sectores del aparato extensor de la rodilla, que es de los más vulnerables".

"Incide si hubo patologías previas en esa rodilla o en ese tendón. O sufrimientos tendinosos, como se da en este caso. Pero siempre hay un traumatismo de por medio", puntualizó el médico, que descartó que la lesión fuera fruto únicamente del movimiento del futbolista.

"No habitualmente se desinserta un tendón, como en este caso, solamente con una simple maniobra de frenado en un cancha de fútbol. También ha habido otra incidencia, que es un traumatismo, además, sobre una tensión máxima que ha recibido el tendón; un traumatismo de atrás, que golpea la pierna y sobrepasa la capacidad de potencia que tiene el propio tendón", explicó.

"La rotura fue total"

Gallardo fue operado y la intervención fue calificada como exitosa. Y Salvarrey agregó sobre el trabajo en el quirófano que "se hace una reparación del tendón con hilos de sutura, y se le refuerza con un hilo no reabsorbible, de mayor tensión y duración, para los futuros principios de sobrecarga funcional de esa rodilla [...] Y entre esas dos cosas se maneja hasta que el organismo mismo vuelve a conformar el nuevo tendón. Y con el andar, con el entrenar, se revitaliza y se transforma en un ligamento funcionalmente hábil".

Al romperse el aparato extensor, el jugador no puede elevar la pierna por propia voluntad, y es al tratar de extenderla que provoca mucho dolor. Por ende, deberá permanecerá con férula durante 30 a 40 días, para después comenzar con un trabajo progresivo, que depende del carácter del jugador para determinar el momento en que la recuperación se considera completa.