Fútbol Uruguayo

Peñarol a la cabeza

Afianzando su principal fortaleza, el gol de cabeza, los aurinegros alcanzan la punta del Apertura al vencer 2 a 1 a Bella Vista en el Estadio Centenario. En la cima comparten el puesto con Danubio.

Con sufrimiento y recordando el juego de Peñarol del segundo quinquenio, el mirasol empata el puntaje de los de la franja y mantiene el invicto.

Desde el pitazo inicial Peñarol se mostró impreciso. Los pases no iban a destino y Alcoba tuvo que salir a cortarse las uñas.

Domingo la agarraba y la pelota nunca iba a los pies de sus compañeros. El equipo papal se fortalecía. Los primeros 20 minutos dominó con autoridad, lejos de lo realizado la pasada fecha contra Nacional.

Dos minutos jugados y Larrionda entiende que hubo un pase atrás que detiene con las manos el arquero. Era la oportunidad de abrir el marcador para Bella Vista. La pelota estaba situada cercana al tiro penal y los jugadores de Peñarol, como ladrillos, uno a uno se amurallaron contra el fondo. Rebotó y despejó Martinuccio (quien sin sobresalir va tomando confianza).

Como quien tiene hambre de gol, en el momento oportuno, Estoyanoff se reconcilió con el balón y de cabeza marcó el primer gol. Iban 42 minutos y era el respiro para irse al vestuario. ¡Ojo! El tanto también fue impreciso: la pelota picó en el piso, descolocó a Britos y entró.

De regreso el viento en la camiseta animó a los aurinegros a arriesgar. Pecheco con un fútbol desmejorado respecto a la pasada temporada, se animó a dinamizar las jugadas, impulsar pases en profundidad y distribuir el jugo.

Es el mismo capitán mirasol que levanta un tiro de esquina, cuando iban 11 minutos del segundo tiempo, y nuevamente de cabeza Alcoba marca el segundo gol.

Ya van cuatro goles consecutivos de cabeza, tres de los cuales partes de pelota quieta.

Luego, se desinfló. Jugadas aisladas con piques de Aguirregaray por la punta y poco más. Bella Vista aprovechó y volvió a tomar la posición de ataque.

A los 66 minutos un penal inútil convertido por Albín le da al elenco papal el marco para asustar a Peñarol. En un primer intento Nicolini hace el gol, pero es anulado porque un colega se adelantó. "Después que vi que mi compañero se adelantó dije: `ya está´", señaló Nicolini tras el partido.

En una segunda chance la mete sin temer, definiendo bien; abajo y contra la izquierda. Allí se cierra el tanteador.

Bella Vista llegó más. Tuvo 10 jugadas claras de gol contra nueve de Peñarol.

En el vestuario, finalizado el partido, Alcoba reconoció: "Cuando tuve que meter, metí; por más que se me cae la baba al ver a los delanteros [de Peñarol] que tocan de acá para allá".

Algún mano a mano dará alguna pincelada a un partido que tuvo más de vaguedad que de acierto.

De todas formas, la fórmula parece funcionar: de cabeza, Peñarol a la cabeza.