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"Tenemos la ventaja que dependemos de nosotros"

Es la única leyenda con la que cuenta el equipo de Peñarol. Llegó a Los Aromos cuando tenía 11 años y jugó en todas las divisiones. Ya disputó más de 40 clásicos. Es el capitán carbonero y la mayor esperanza que tiene la hinchada aurinegra. Es Antonio Pacheco quien conversó con El Espectador sobre la actual realidad mirasol.


-Si bien llegan arriba de Nacional y a dos puntos de Defensor y dependen exclusivamente de ustedes para llevarse el Apertura, llegan al clásico jugando muy mal y perdiendo cinco de los seis últimos puntos disputados.

- Venimos de dos resultados que no han sido buenos para nosotros. Tampoco en el campeonato no hubo una regularidad de ningún equipo, todos han perdido muchos puntos y está siendo un campeonato muy parejo. Nosotros no hemos logrado la regularidad, ni en el juego ni en el resultado, pero estamos todos los días entrenando para dar lo mejor y, sobre todas las cosas llegar al final del campeonato peleando.

- ¿Por dónde pasa que todavía no han encontrado al equipo ideal?
- Lo que pasó en el campeonato pasado para nosotros no está dentro de lo normal. Los campeonatos normalmente son más parecidos a este que al anterior. Nosotros en el anterior conseguimos una regularidad en juego y en puntos impresionante que marcó una diferencia entre los demás rivales que ha quedado entre los números históricos de los campeonatos. Fue sensacional lo que hizo Peñarol. ¡A quién no le gustaría repetir algo así! Nosotros no estamos ni cerca de lo que fue el campeonato pasado. Más allá del cambio de jugadores y de entrenador, nosotros también jugamos dos campeonatos. Hasta el partido con Liverpool jugamos en un mes entre 10 y 12 partidos, no es poca cosa. No es una excusa, es una realidad. La ansiedad por buscar un resultado y no conseguirlo que pesan en lo anímico.. hay un desgaste físico por una cuestión natural de jugar tantos partidos en tan poco tiempo. Pero nosotros estamos bien, el grupo está bien y confiando en que podemos llegar al final del campeonato peleando y tenemos la ventaja –que sólo tenemos nosotros y Defensor- de depender de nosotros mismos, por los cruces que se van a dar. Los demás también están en la lucha del campeonato, pero dependen que se den otros resultados.

- ¿Crees que eso puede influir en el tipo de juego que se dé en el clásico?
- No. Uno este tipo de partido lo imagina de mil maneras, pero sólo se va a saber en esos 90 minutos de juegos. Es el partido histórico, el que en definitiva a lo largo de la semana, tanto en la previa, como durante y en el después, genera más que cualquier otro partido. Ojalá sea un espectáculo digno de lo que es un clásico y esperemos que no haya ningún inconveniente de lo que hoy se intenta radicar que es la violencia, que salga un lindo espectáculo y que nosotros tengamos la posibilidad de ganar los tres puntos.

- ¿Importa algo que Carrasco sea el técnico de Nacional? ¿Puede influir en algo en el tipo de partido que se juegue?
- No, Peñarol juega contra Nacional.

- Tenés claro que los partidos clásicos tienen otro valor. Puede ser el momento de la recuperación...
- Es como la frase hecha: es un campeonato dentro de un campeonato. Es el partido diferente, distinto que hay en el año. Nosotros que tenemos la posibilidad que tenemos de vivirlo desde adentro es un momento único.

-  ¿Tenés idea de cuántos clásicos has jugado?
- No tengo la estadística exacta, pero debo estar entre 45 y 50 clásicos oficiales los que he disputado. Han sido muchos, por suerte.

- ¿Te sigue generando esa cosquillita?
- Siempre, siempre. Me genera eso cada uno de los partidos que juego porque el fútbol y Peñarol lo vivo con mucha pasión. A partir de eso siempre es un aliciente esa cosquillita que tenemos antes de cada partido (...) Yo me he divertido muchísimo a lo largo de mi carrera, lo sigo haciendo, estoy en el lugar más querido, donde me he criado, donde tantas satisfacciones he vivido y también de las malas, pero siempre como aprendizaje ha sido mi vida. A mí me tocó tener que irme por una cuestión profesional a un lugar totalmente distinto y para mí no era lo mismo porque no estaba en el lugar que amo y que añoré tanto en el momento que me fui. Cuando vos estás en un lugar desde tan chico, como yo en Peñarol, todo tu entorno está detrás de la situación. Yo me crié en Peñarol y desde mi niñez –empecé en Peñarol a los 11 años– toda mi vida ha transcurrido atrás de Peñarol. En el momento que tuvo la oportunidad de irme porque soy un profesional extrañé muchísimo a Peñarol y hoy soy un agradecido al haber podido volver.